domingo, 31 de julio de 2011

Ese sentimiento

Ese sentimiento
¿Es ese mismo?

Ese sentimiento
al que hoy le escribo porque quizá desee entenderlo.

Ese sentimiento
al que le he escrito porque pensé que sabía que era.

Ese sentimiento
que se ha robado la mayor parte de mis letras.

Simplemente es: Ese sentimiento.

Historia corta 3: Regresando a aquellos días

Hace algún tiempo que el día no se pasaba rápido, que no buscaba ver a alguien, que la esperaba. Transcurrio la mañana, de un lugar a otro, es increíble como el recuerdo de ciertos días cambia el día. Una acción, una palabra, tan solo la simple presencia.

Regresando al tema de la historia, por primera vez en mucho tiempo mencionaba las palabras "Hoy no", dormí una cuantas horas más. Era hora de empezar el día, empezando por la pequeña rutina de la mañana, para salir de la pequeña rutina, que ironía regresar al lugar al que voy todas las mañanas el día que no tengo que ir porque el día anterior no hice algo que tendría que haber hecho. Realmente no era algo que tendría que haber hecho, el problema es que me he perdido en el tiempo, no sé que es el tiempo, ni que son los días, solo sé que el momento que vivo es solo ese momento, el momento que vivía ese día era indescriptible, tan así, que por salir antes, no hice la cuenta correctamente y eso provoco una serie de acontecimientos que solo a mi me podrían pasar, no me arrepiento de ellos, es más me rió de mi misma y me alegro de hacer que la rutina no sea rutina.

Regreso otra vez, no siento nada aún, no parece que los días hayan cambiado. Es cierto, me fui pero parece que aún estoy presente, hasta cierto punto es el recuerdo el que mantiene vivo todo. Voy de un lugar a otro, hago cosas que parecen sin sentido, lo que más extraño me parece es que aún así me detengo antes a pensar que hacer y elijo lo absurdo.

Una visita más, el problema es que aún no tengo el valor suficiente para hacerlo. Me detengo en medio de la tarde, hago divisiones, hago la respectiva crítica, preguntas y más preguntas, sinceramente no se si es curiosidad o que es, pero es la primera vez que respondo directamente a lo que preguntan. Después otra vez las mismas preguntas, un análisis psicológico de lo que se supone que hago, tanto lo he hecho, pero es la primera vez que se atreven a preguntar. Y una vez más no quise buscarlo o quizá si, pero no pude dar un paso más. Se ha pasado casi el día, aunque el sol no se ha ocultado completamente la tarde se ha ido.

Ella ha llegado, como hace algunos años, ya es hora de terminar el día. Nos vamos, la típica charla. ¿Dónde estamos?, paradas en medio de la nada, en medio de la calle, ¿Por qué?, simplemente porque quise parar. Sonreímos, una que otra pregunta. Continuamos con el recorrido. ¿Y la evidencia? (Sonreímos) En mi bolsa. Tu bolsa claro esta.

En la penumbra de la tarde, Vos - Tú

Ahora me alejo más de vos, de ti.
De vos, porque ya me canse de todo, ya no quiero saber nada.
De ti, porque las palabras que ha dicho no hacen más que hacerme odiar a cada instante, cada día más y más eso que la sociedad llama "amor".

Vos
Con tus palabras no haces más que hacer que te odie, sos la razón de mis delirios, la razón de mis palabras.

Sin ser parte de mis días decido sacarte de ellos y no porque quiera.

Vos
Que me haces sufrir y lo admito, tus palabras me hieren y aunque trate de evitarlo me haces llorar.

El origen de un suspiro robado y perdido que deberá ser olvidado.

Vos
Que jamás me has comprendido solo has hecho lo posible por arruinar mi vida, llámame como querrás poco me importa lo que digas o hagas.

A quién quiero escuchar, a quién quiero leer.

Vos
Que sos la tortura de mi vida, la razón de mis letras.

Simplemente, la razón de mis letras.

Vos
La lágrima seca de mis días.

La sonrisa escrita de mi día.

Vos
El rencor encerrado en mi "alma".

Mi "alma".

Vos
El veneno de mi vida.

El dulce veneno al que mi vida se ha vuelto adicta.

Vos
Los duros pensamientos de mi mente.

El pensamiento que llena cada túnel de mi mente.

VOS
TÚ.
Vos, tú y la noche a punto de mostrarse, el último rayo de sol ocultándose. Vos, tú.

Historia corta 2: Regresando a lo que aquel día era el final

Regresando nuevamente a aquel lugar,
realmente no regreso porque todos los días paso por esa calle en la que se encuentra el edificio. Hoy me percato que todo esta cercado por una pequeña baranda negra (hasta hoy la vi y todos los días paso por allí).

Aún es temprano, eso explica el vacío en todo el parqueo, hoy si puedo estacionarme donde yo quiera. Como es de suponer elijo el lugar donde todo empezó. No se porque lo elijo, supongo que es solo porque me trae buenos recuerdos (En esos días mi auto no era el de hoy y no pasaría lo de aquel día, aprendí de mi error y también de todo lo que conllevo el día siguiente, pero esa es otra historia). Recuerdos de hace más de cinco años, bajo del auto, otra vez veo todo el vacío alrededor, supongo que todo el edificio esta vacío. Hoy hay más rótulos de los que habían la "última vez".

Llego, toco el timbre, espero sentir lo mismo que sentí aquel día, nada pasa, la sala como era de suponerse, esta vacía, veo a mi alrededor, todo sigue igual que la "última vez", veo la ventana, hoy no me llama la atención, no siento nada, supongo que aquel día se llevo todas mis emociones. Pasan unos minutos, entro a la siguiente habitación. Pasan otros minutos.

Todo ha terminado.
Hora de regresar.
No pasa nada.
Todo transcurre mejor de lo que esperaba y todo sigue su curso normal.
Regreso al auto.
Salgo del parqueo.
Termino sin nada interesante, termino.

jueves, 28 de julio de 2011

Historia Corta 1: Rosas anaranjadas

Como todas las mañanas el sonido de su voz la levanto,
ya es hora,
vio su cama,
como de costumbre estaba exactamente igual,
fue a darse un baño,
se vistió,
arreglo sus cosas,
era la hora de salir de casa.

El camino a tomar esa mañana era distinto,
no recordaba que tenía que regresar a los viejos caminos recorridos por años,
sonrió,
subió al carro,
aún con una sonrisa en su rostro.

Bajo el primero, bajo el segundo,
ahora regresaba a la calle que tanto le gustaba.
La calle estaba más vacía que de costumbre,
mientras tanto pensaba en las hermosas rosas que vería en el primer semáforo de la calle.

¿Qué color sostendrá hoy en sus manos?
¿Serán amarillas? ¿Quizá rojas? ¿Acaso serán rosadas?

Cuando llego al semáforo se sorprendió al no encontrar el puesto de rosas, ¿Tanto tiempo había pasado? ¿Tan rápido cambian las cosas?. Continúo con su camino, un par de cuadras abajo, estaba el puesto de rosas, sonrío al verlas, una vez más sostenía entre sus manos varias rosas que estaba juntando para armar un ramo, un hermoso ramo de rosas anaranjadas. El mismo color de rosas que sostenía la última vez que paso por esa calle. ¿Qué lejanos aquellos días? ¿No?

lunes, 25 de julio de 2011

Letras, vos y yo

Es tan simple, que después de tantas veces las palabras se confunden las letras se desordenan, cobran vida, corren, caminan, ríen y huyen de mi, de vos, las ordeno, pero ellas no quieren estar ordenadas quieren ser libres,  sonríen, así es, están viendote a vos, a vos porque vos sos la razón de que las dibujase, bellas como cada frase completa, como cada texto finalizado, vos les diste vida y un significado.

Por vos ellas vuelan y flotan en el aire, por mi ellas están aquí y no se pierden, ¿De quién huyen? ¿Acaso de vos o de mí? Quizá ni de vos ni de mí, quizá de los dos. ¿Las has visto burlarse de nosotros? Susurran entre ellas, saben que no escribo todo lo que pienso, tratan de ordenarse y dar el mensaje correcto, algunas se niegan, se esconden unas detrás de otras, otras aún flotan, divagan, otras tranquilas me ven, te ven, nos ven, otras despreocupadas se alejan, también hay algunas solitarias, que se pierden en las sombras, se ocultan tras la oscuridad, así como lo hacen mis pensamientos. Unas están pegadas a hojas de papel, se adhirieron a este así como vos te pegaste a mi mente, así como yo te pegue a vos a mi mente, porque realmente vos no lo hiciste, algunas quieren atrapar a otras, no quieren dejarlas ir, se aferran a ellas y no las sueltan, así como yo me aferré a vos y ahora no quiero dejarte ir, aunque casi te has ido.

Si algún día todas ellas se ponen de acuerdo, te mostraran a vos el mensaje, irán corriendo tras de vos, te ataran, jugaran entre ellas, se sonreirán y te dirán qué sos vos para mi, aunque no las querrás ver, aunque no les querrás dar sentido, ellas lo harán por vos, te gritaran una por una, formaran las palabras, el texto, te mostraran todas las líneas que escribí y porque las escribí. Ellas lo harán por mí, aunque algunas  ya se han ordenado he de suponer que las has ignorado, pero ellas aún te persiguen, no te dejaran escapar, recorda, vos sos su único objetivo y no te dejaran escapar, incluso te perseguirán en el fin del mundo. Y si lees esto, espero que las letras confusas y casi ordenadas te digan que si, que si sos vos y que estas son para vos, que por vos existen, que por vos estoy escribiendo.

Conversación y charla

En el auto las conversaciones parecen no tener sentido, realmente te escucho, escucho lo que todos dicen, sinceramente no me interesa. Sigo pérdida en mis pensamientos, entre la música, trato de no escuchar nada de lo que dicen.

En ese momento ríen, yo sé que les importa, que sienten tristeza, que sienten hasta cierto punto frustración porque no pueden ayudar, hacen lo que pueden, pero cada día todo avanza más. Empecemos describiendo a la que ahora ocupa el lugar que se encuentra exactamente detrás del asiento del copiloto, el asiento que vos ocupas. Ojos grandes, labios gruesos, una sonrisa hermosa, esa que enamoraba a cualquiera, la que ahora parece ser superficial y fingida, quizá porque se arrepiente de los sucesos de años anteriores, los que ahora la apresan, el porque de ir en el auto tan entrada la noche (Admito que me molesta, me enoja, al igual que toda la vida, pero aún así, allí voy). Ella trata de secar sus lágrimas cada vez que vienen a su mente las escenas de lo que podría pasar, sabe que pronto se irá, aquella que la cuido, la que se acerco más a la imagen de una madre que la perra esa que dice ser su madre (No es por hacerla de menos pero de perra no paso, jamás maduro). No puedo ver su rosto y no quiero hacerlo, pero se cual es la expresión de su cara, sé como debe de ser su sonrisa fingida, se los movimientos que hace con sus manos, puedo asegurar que en este momento esta tocando su rostro, pasa su mano por sus labios, luego hace como que quita el pelo que cubre sus ojos, se queda en silencio, su sonrisa se ha borrado, a su mente vienen los recuerdos de los años pasados.

A su lado, él, no lo conozco lo suficiente, solo recuerdo pasar por su casa varios días, almorzar, quizá alguna vez descansar en su casa porque aquellos días eran distintos. La ama, tanto la ama que llega a odiarla por instantes, tanto la ama que ha justificado sus golpes, dos veces seguidas tratando de controlarme al verla llorar, pero ella misma lo ha buscado, las cosas ahora parecen diferentes. Dejando eso, quizá a él realmente no le importa lo que ocurre pero le duele verla a ella sentir el dolor que siente, es cierto, llega un momento en el que la frustración y la desesperación acaban con ella, en el que ya no sabe que más hacer, ese momento es en el que él llega y la abraza sin decir una sola palabra, las palabras no son necesarias. Él ahora opina, ahora habla también, se une a la conversación, cuenta algunas de las pocas experiencias que le ha tocado vivir, sonríe, todos sonríen, yo solo veo a través del retrovisor si algún auto viene cerca, quiero manejar más rápido, quiero que esa charla se termine.

Por último, te tengo que describir a vos, no se como hacerlo, en este contexto quedas como la buena, puede ser que me agrade, hasta cierto punto me has tratado bien. ¿Quién sos vos? ¿Qué haces vos? Sos la responsable de que todo funcione, la que dicta que hacer y como se debe hacer, la que construye los escenarios perfectos, gracias a vos todo está bien. Sinceramente no se como describirte, mejor digo quién sos hoy. Hoy te reís al igual que ellos, me ves, sabes que estoy ignorando todo, como siempre lo has sabido, como vos misma lo decís, nada me importa y me ves con esa mirada, tratas de reprocharme con tu mirada, yo sigo viendo los autos que van delante de mi, medio te veo, sigo en silencio, no quiero decir nada, entendelo. Vos sos la que lidera todo esto, te ríes, supongo que no es una sonrisa falsa, te importa lo que pasará, sí, lo sé, se que es a vos a la que más te importa, pero solo decís que lo que tiene que pasar pasará. Recuerdas cada cosa que hace o dice, en este momento realmente estoy dudando lo que sientes. Por fin llegamos, ahora solo falta el regreso, ahora solo vos quedas.

Empezas a hablar, realmente yo no quiero hablar, sé que me dirás que fue lo que sucedió el día anterior y no quiero saberlo, no quiero, sabes que vos tenes la culpa de que yo actúe como lo hago. Empezas diciendo que la noche pareció corta, pero que a la vez fue larga, entre chismes y silencios pasaron la noche y como de costumbre no te incluyeron, hablas de él, de él, no sé que decir de él, cada día que pasa me interesa menos, aunque se que te duele su desprecio, sé que dices que prefieres que no este, pero te he visto esconder tus lágrimas por él, te he visto y no lo comprendo ahora ya no las escondes, haces que yo las vea y forme parte de ese circulo sin fin. Al menos ya terminaste de decir todo lo que ibas a decir, o eso suponía, porque ahora hablas de religión, solo te escucho contar la emocionante historia del viaje que hiciste el viernes. No digo nada y sigo en silencio, no me importa la religión, eso ya deberías de tenerlo claro. Por fin regresamos, ya no quería escucharte más, no quiero que trates de ser mi amiga, que estupidez, que tontería, no se que sos vos para mi, por el momento no he podido cambiar la imagen que de vos tengo, sé que quizá exageró, pero es que vos tenes la culpa, vos con tus desprecios, con tus preferencias, con tu idealismo y tu perfeccionismo, con tu idea de que yo soy la que se cree la perfecta, me pregunto quién sos, si seguís siendo la misma, si has cambiado.

domingo, 24 de julio de 2011

La Banca

Melancolía ya no siento,
porque realmente solo te fuiste, yo me aleje, nos perdidos en el mundo, conocimos a otras personas
es cierto,
aún pienso en lo que había sentido y sé que es algo muy fuerte, no fueron simples sentimientos.

Ahora puedo pasar a decirlo,
Hoy ya puedo pintar esa escena, aquel día también podía, tenía más pintura de la que hoy tengo, hoy ya no tengo pinceles, no tengo muchos colores pero los que tengo parecen ser suficientes al ser una imagen en medio de la noche con faros naranja iluminando nuestra banca que esta debajo de los árboles, esa imagen no tiene muchos colores, pero tiene muchas historias detrás, historias que en el algún momento imagine, otras que fueron reales, otras que se quedaron plasmadas con letras, con sonrisas, las que se volvieron recuerdos
esperanzas falsas, noches en vela, conversaciones largas; ese día no era más que una conversación sin ningún tipo de presión, esa fue la última vez que te vi,
que tranquilidad siento hoy al escribir.

Es la primera vez en años que vuelvo a escribir para ti y quizá sea la última, aunque no lo sé en cualquier momento puedo escribir sobre otro bello recuerdo, sobre otra escena, simplemente sobre ti;
lo he dicho en varias ocasiones y lo repito eras lo que tanto anhelé, me gustaba pintar cuadros con tu imagen
hoy ya no los pinto
solo los veo de vez en cuando
solía dedicarte mis letras
hoy ya no las escribo
solo las leo de vez en cuando, no lo hago para recordarte, porque de ti tengo recuerdos
plasmados y pegados a mi mente y solo de ti los tengo aunque no puedo negar que algunas letras las he dedicado a alguien más cuando te alejaste y te fuiste. ¿Siguen siendo dedicadas a alguien más?
Claro que si, pero estas son para ti, para ti y solo para ti.

Yo la esperaba a ella
(Como de costumbre, como lo hice toda la vida y como aún lo hago)
Tú,
la esperabas a ella
(La que ahora es tu vida)
por casualidad nos encontramos, había una única banca vacía en el centro, en el lugar empedrado bajo aquel hermoso árbol.

Describiré aquel lugar, con los pocos detalles que puedo dar
(Soy muy mala para dar descripciones):
Una banca verde, a la izquierda otra banca, a la derecha otra banca, poca luz en el ambiente,
las personas pasando enfrente de nosotros,
todo rodeado de árboles, grandes árboles,
flores,
flores de colores,
la luz,
la luz de los faros naranja atravesando la oscuridad escondida entre la sombra de los árboles traspasando los pocos espacios descubiertos por las hojas.

Tú,
sentado a mi lado,
Yo,
sentada por última vez a tu lado,
la luz es tan poca que apenas si puedo distinguir cada una de las formas de tu rostro, tus labios, tus ojos, simplemente tú y yo, por última vez. El tiempo se pasa entre sonrisas y palabras, me cuentas de tu vida, que has hecho los últimos meses, yo te cuento que he hecho. Describo mi sueño y lo que quiero en un futuro, ese futuro en el que no estas, describes tu futuro. Hablamos de aquella lejana cuidad que hasta cierto punto fue el centro de nuestra relación, hablamos de sus calles. Trato de ocultar lo que siento, trato de evitar tu mirada, trato de evitar perderme en ella, simplemente trato de ocultar lo que siento.

La noche sigue cayendo, parece que el tiempo esta parado, todo parece de ensueño, veo en todas direcciones, pero a ti no te veo, solo levanto la mirada para verte por un segundo. Ese segundo que parece que jamás terminará hasta que ella te llama y te dice que te espera. Te despides, tus labios rozan por última vez mi rostro, los míos rozan el tuyo y no se quieren alejar de ti; caminas hacia donde ella te espera, la abrazas, la besas, solo te veo alejarte desde aquella banca, la tomas de la mano. Aún los sigo observando desaparecer, yo sigo en la banca semi-iluminada pensando en el adiós, veo la hora, camino hacia donde ella puede estar (como de costumbre es tarde y no aparece), veo hacia la izquierda, allí estas otra vez, estas con ella, la besas, la abrazas. Me alejo. Adiós.

Adiós.

sábado, 23 de julio de 2011

Letras y Obsesión

En mi caso
solo puede existir una a la vez
no estuviste
entonces mi mente se lleno de sus palabras
de cada una de sus letras.

Mi obsesión por sus letras fue más
poderosa que mi obsesión por ti
pero debo decir que entre mi obsesión
por esas fascinantes letras estas tú
porque te coloque entre ellas
eras mi protagonista en sus letras
y no es la primera vez que lo eres.

No es la primera vez que te vuelves mi protagonista
en las letras de alguien más
cada frase tiendo a relacionarla contigo
en medio de mis pensamientos
solo estas tú.

Mi distracción, mi obsesión,
y en medio de esa obsesión mi propia obsesión por ti ...
Te escuchaba hablar, 
no se de qué exactamente,
te acercaste a mí, 
como de costumbre llegas,  finjo que no estas, 
me abrazas, finjo que no lo haces, 
te alejas,
te busco, 
te abrazo, 
te veo, 
te beso,
te acercas, 
me alejo,
te beso,
finges que todo esta bien, quizá si este bien, 
me abrazas, 
me tomas de la mano, 
caminamos, sin un rumbo especifico, 
veo a algunas personas, me alejo de ti
no me sueltas, veo hacia otro lado, aún seguimos tomados de la mano, tú aún me tienes tomada de la mano,
cambio de dirección nuevamente, maldita idiosincrasia social. No se como es que esta estupidez hace que todo mi mundo se transforme.

Tarde: Mismo sueño

Empece la tarde otra vez en la habitación
que ocupe hace algunos años,
Estaba exactamente igual,
música,
esas si eran completamente diferentes
solo algunas ocupaban un puesto
en el repertorio de ciento nueve canciones
mis gustos han cambiado,
admito que he cambiado,
pero mi sueño sigue siendo el mismo.

Ese mismo sueño que me impide estar cerca
el que me aleja
el que me dice que no debo hacerlo
el que me invade
el que esta consumiendo mi vida
el que me destroza
el que esta apagando la luz de tu presencia
el que te mata.

Aprender a compartirlo contigo
quizá es algo que dure toda la vida
si pudiera decirte
que es lo que realmente pasa, lo diría
pero pensé que no era necesario
aún pienso que no es necesario.

A veces es también el tiempo, ¿El destino?
el que nos separa
nos aleja y nos junta,
sin comprender algunas palabras
suponiendo que nada es para mi.

Ventana de Viento

Aún sigo encerrada, atrapada entre estas cuatro paredes
teñidas de blanco que se han llenado de telarañas,
hace tiempo que la ventana de la habitación
permanece completamente cerrada
(inexplicable porque adoro las ventanas)
me han dicho que la abra,
no quiero hacerlo
(totalmente sin sentido)
prefiero perderme en la oscuridad del día
y en la negrura de la noche
(Admitó que por las noches la abro por un momento
solo para observar el cielo, las estrellas, quizá la luna).

Algo que no puedo negar es que las ventanas me distraen,
llaman mi atención, me trasportan a otros lugares,
me gusta ver como el aire mueve las nubes,
como se las lleva lejos,
como hace que choquen entre ellas,
como les da forma,
como las deshace y las transforma,
como traza con ellas un nuevo dibujo todos los días.

Abrí mi ventana,
está tarde por fin decido abrirla,
veo a través de ella
el viento sopla muy fuerte
los árboles se mueven de un lado al otro
parece que estuvieran danzando con la sinfonía del viento,
de un lado a otro,
algunas hojas caen,
el viento me susurra,
me hace preguntas,
preguntas que respondo sin dudarlo,
se las lleva y las pierde,
las transforma y sonríe,
respuestas que jamás regresaran.

Una leve brisa atraviesa la ventana,
roza mi rostro
y susurra "Pronto, muy pronto"
solo respondo con una sonrisa
"Sí, muy pronto".

lunes, 11 de julio de 2011

Madrugada

Una vez más, la madrugada ha llegado, esta madrugada parece que no será muy fría, las luces aún están encendidas como lo han estado durante las últimas dos semanas, el miedo a quedar en total oscuridad, a desvanecerse en la inmensidad y no regresar, el pánico por no decir la cobardía, que ha traído con los días el encierro. Cada madrugada entro, levanto la mirada y le busco alrededor, ¿Dónde estará esta madrugada? ¿En dónde estará mañana? Un fuerte escalofrío recorre todo mi cuerpo. Su pelo esta alborotado, sus rasgos han cambiado, no es aquella hermosa mujer que solía ser, ahora es solo una niña atrapada en un cuerpo arrugado y viejo, un cuerpo desgastado por los años. La penumbra de la noche invade todo, el faro que ilumina la calle no hace más que generar formas tenebrosas con los árboles, sombras sin forma definida, el aire mueve sus hojas y resopla enfurecido entre las ramas. Otra madrugada más, en medio de la nada, viéndola dormir, descansar, así como ella lo hizo conmigo años atrás.

domingo, 10 de julio de 2011

Desempolvando historias

Diez años han pasado desde la última vez que desempolve una historia, aún recuerdo aquel día como si hubiese sido ayer. Los años que han pasado tras esa historia me han llevado a descubrir nuevos caminos, algunos buenos otros malos. De los malos aprendí, sufrí, con algunos hasta llegue a llorar, hoy no me interesan más. A algunos caminos aún les temo, algunos quisiera jamás pisarlos de nuevo, otros se han quedado totalmente lejos de mi alcance, al que más le temo es a aquel que quizá es hoy, el que esta a un paso de ser recorrido.

Desempolve otra historia, "Como un sueño", en las letras azules, en las hojas dañadas por los años se leía lo siguiente:
Como un sueño ...  Llegó como un sueño, suavemente se fue, como un sueño, presurosa su estancia fue, fue breve y silenciosa, más su recuerdo vivirá eternamente.
Se fue, como un sueño, raudamente, y su adiós, cual condena dolorosa me ha hundido en la noche tenebrosa en un pesar que me consume inclemente.
Hoy, solo hay ausencia, Pues ... morí en su olvido.
 Pareciera ser otra historia que no se aleja mucho de mis días, de las noches de soledad, de los momentos que se pierden rapidamente, aquellos que no pasan de ser más que palabras, algunas, quizá la mayoría, aún no las comprendo. La ausencia por el momento no ha sido tan grande, pero llegará ese momento en el que su ausencia será para mi letras, historia tras historia, algo que jamás llegará a comprender. Seré olvidada. Sin embargo su recuerdo quedara plasmado tras algunas de mis no tan lejanas palabras.

Después de seguir pasando las palabras, me reencuentro con la historia de hace diez años, un fragmento de esta ha sido escrita. Sigo pasando hojas, el polvo encierra más palabras:
Has visto, renacer y marchitar día a día la belleza de las flores, así se marchitan más y más los días de mi juventud y renace vencedora la vejez, cosa lógica de nuestra vida, más es triste si tú no estas.
Cuantas veces lo he visto, he estado cerca, pero aún no llego a comprenderlo, ¿Existirá a caso una explicación lógica al sentido de tu presencia, al sentido de querer verte, hablarte, tan solo al sentido de pensar que estas allí, quizá en medio de la nada, quizá pensando en mi, así como yo pienso en ti? ¿Llegará el día en el que  aceptaré lo que siento, en el que mis pensamientos no serán más que pensamientos? ¿Llegará el día?

Palabra inexplicable, ¿Sin sentido?, más hojas: "Recuerda: Antes del amor, tu amigo soy." Aún sigue siendo una palabra sin sentido. Parecen que las palabras no se terminan, que conforme voy avanzando en esta historia, que a lo lejos parecía corta, más y más palabras forman nuevas historias. Algo que ha pasado hace años, que quizá ya ni sea recordado es hoy desempolvado por mi, en mis manos otra vieja historia:
Tan lejos que siento el sol, entonces lloro esa soledad...
Estas tan cerca de mis ojos y tan lejos de mi corazón.
Yo he de comprender que mi amor haz de olvidar. Yo tengo que fingir que es amistad y no querer.
Aun siguen mezclando historias viejas con "amor", "querer". ¿Qué habrá pasado en aquellos lejanos años? ¿Aún serán parte de tus pensamientos, de tus días, de tus recuerdos? ¿Seré para ti después de unos años lo que hoy soy o lo que supongo que soy (aunque aún no sé exactamente que soy)? Estoy simplemente desempolvando las letras que casualmente parecen haber escrito mi historia, quizá al final, después de releer entre líneas encuentre la explicación, quizá te encuentre al final de estas viejas letras, te digo que quiero encontrarte al final de mi historia en esta tarde gris de lluvia.
Nuestro mundo de ilusiones, de sueños que se pierden en la penumbra de la noche... Es deseo fugaz el fingir querer... Somos componentes de un mundo oscilante.
Quise ser un componente de tu mundo, pero al intentarlo me separe, te aleje. Supongo que esta mal intentar hacer que algunas cosas no tengan razón de ser, que simplemente pasen, solo quería que pasaran. Más sin embargo hoy se fueron, se alejaron, el viento se las llevo, no llego a ser nada más que otra historia sin palabras, una historia que no fue escrita, una historia perdida en el olvido de la inmensidad, una historia de noches, palabras, letras y más letras perdidas en el tiempo de tu ausencia. Ausencia.
Recuerdame siempre y no moriré, tal vez habré muerto y a tu lado estaré.
Al leer estas lineas  acuérdate de mi, de dedicarme un pensamiento si es que vivo o una lágrima si he muerto...
Después de pasar todas la hojas, llego a la última, la última pequeña historia narrada tras estas páginas. No la escribiré, ni la mencionaré. Quedará el enigma de lo que será. Eres mi enigma, mi soledad, eres las letras de esta historia, de esta nueva vieja historia desempolvada, escrita tras las páginas de un viejo libro. Eres mi enigma, desempolvando historias.

domingo, 3 de julio de 2011

Quiero

Hoy quiero que no se termine el día, 
quiero disfrutar de esta hermosa soledad, 
quiero dejar pasar los minutos entre esta melodía que no hace más que recordarme tu presencia.

Quiero hacer de mi soledad un arte, con planos y construcciones elevadas, con estructuras que interactuen entre sí perdiéndose en el silencio y la oscuridad definida por partes con cada nivel que especifica su estructura global, esa estructura que encierra mis pensamientos, pensamientos que hacen que te recuerde en todo lugar.

Quiero que esta melodía sea construida con un conjunto de patrones incoherentes, sin marcos de referencia.
Quiero diseñar una línea común que me lleve a ti, sin restricciones o limitaciones en un camino abstracto y real.

sábado, 2 de julio de 2011

Pinceladas, telarañas, agujas de reloj y mariposas

Pinceladas, telarañas, agujas de reloj, mariposas, noches de soledad iluminadas solamente por el faro casi apagado de la luna, con un cielo sin estrellas, sola, bajo la lluvia que parece que jamás cesará.

Como una mariposa me escondo tras espectaculares colores y formas, con mis alas escribo todos los días mi historia, sin saber con exactitud hacia donde voy. En ocasiones solo dejo que la brisa del viento me guíe (mis pensamientos), aún no había notado que a veces esta brisa me lleva a la soledad (Sin pensarlo, sin tan siquiera imaginarlo). No quiero pertenecer a una antología de mariposas, quiero ser la protagonista de un nuevo tomo, quiero volar a través de las distintas plantas, incluso de aquellas venenosas que amenazan con terminar mis vuelos.

Tranquilidad tras estas pinceladas, pinceladas artísticas, pinceladas decorativas, pinceladas transparentes y sin color. Pinto mi vida con pinceladas desalineadas, originales, quizá atractivas. ¿Cuántas historias vivas en el entorno tras estos trazos incomprensibles, sin estructura, sin razón?¿Cuántas replicas de una misma historia desdibujada con el paso de los días? Figuras en claroscuro la mayoría sin rosto, he plasmado tu imagen en el lienzo más grande, aquel que esta en medio de la habitación en la que hoy me encuentro y que suele ser iluminada por la luz del día y la oscuridad de la noche, quizá sea una imagen real o una idea, algo que no puedo expresar con palabras. Todos los días intento recubrirla con colores pero estos desaparecen, aun sigues sin color, aún sigues siendo un dibujo, una creación plástica de líneas y trazos indefinidos, solo te he plasmado como una idea en mi espacio, en mi dimensión.

Fabricando la telaraña, hilos finos de seda, una hermosa y brillante telaraña, ¿Por qué la construyo? ¿Por qué gasto mi tiempo formandola? Es solo para crear enredos, para desorientar e interceptar a aquellos que intenten acercarse, me ayuda a protegerme. No pretendo hacer que quedes atrapado en alguno de los finos hilos que he construido, no quiero que eso pase. Estoy en medio de todas estas hileras construidas esperándote,  esperando a que llegues. Espero no ser la víctima de mi propio invento y quedar presa en la telaraña, esta telaraña que he construido.

Hace algún tiempo deje de escuchar las agujas del reloj, aquel lejano sonido en medio de la noche que indica el paso del tiempo. Está noche de soledad y de lluvia las he vuelto a escuchar, eran tus palabras las que rompían el silencio de la noche, las que evitaban que escuchara este sonido, este sonido que detesto, aún sigo detestando el sonido de las agujas del reloj. Te busque entre la gente, en medio de las calles de aquella ciudad, intente no pensarte, pero entre el sonido de la gente y el sonido de esa ciudad solo puedo escuchar tus palabras resonar en mi mente, tus palabras, tus letras, aquellas que espero por horas, algunas veces por días, aquellas que ahora forman parte de mis días, aquellas que repito sin cesar en mi mente, solo para romper el silencio dibujado de mis días.

Repito tus palabras en mi mente solo para romper el silencio de esta noche interminable, otra noche más sin tu compañía que aunque es lejana, es cercana. Otra noche de soledad.