viernes, 25 de noviembre de 2011

Las noches de ensueño no existen, no existe la felicidad, la realidad no es más que una simple ilusión, así son las noches y los días, falsas ilusiones de noviembre, que se olvidan en diciembre y que fingen intentar ser lo mismo una mañana de primero de enero, pero no es así, todo se pierde, nada es real, la traición, las palabras, la única verdad existente, ninguna, corriendo tras uno, tras otro y al dormir, desaparecer en la pesadilla del abandono y la soledad, tras una llamada que despierta por la madrugada ni es madruga es una simple mañana, intentando parecer ser, creer en sus palabras, no deja escapar, atrapa, caminando de un lado a otro, sin querer cruzarse con su mirada, sin querer tan siquiera ver que hay más allá, las piedras en la subida, en la que aparecen los espejismos de los días perdidos y olvidados, de los días lejanos de ser días, lejanos de dejar algo que querer, se vuelven monótonos, un abismo oscuro en el que se pierde todo pequeño rayo de luz, así se van los días. No es nada, no existe un escape, el único que existe está lejos, está entre la niebla de los días fríos, bajo las estrellas resplandecientes en el firmamento infinito, infinito como el maldito tiempo que nunca se termina, infinito como los sentimientos, las lágrimas, infinito como los granos de arena, infinito, como la mar que se pierde, que se junta en algún momento con el cielo y se vuelven uno solo, ¿en dónde se junta todo? ¿en dónde quedan los momentos? ¿existen los momentos? ¿en donde quedan los días, las noches? Malditos los sueños y las ilusiones.

martes, 15 de noviembre de 2011

Allí estabamos

Allí estaba ella, radiante como siempre, con su sonrisa, su expresión fuerte.

Allí estabas tú, con tu mirada perdida, con tu seriedad de siempre, allí estabas tú.

¿La buscaste con tu mirada? ¿Tus ojos aún la siguen buscando?

Allí estabas tú y allí estaba ella, allí estaba ella y allí estabas tú.

Allí estaba yo, observándote.

Allí estábamos los tres, por supuesto, yo ausente del momento, porque no existo en su mundo.

Allí estabas tú con ella, juntos, ausentes del tiempo, del espacio, perdidos en el mundo construido por ustedes, perdidos en su mundo.

Allí estaba yo, observándote.

Estaba esperando pacientemente que por un instante dejarás ese mundo y vinieras conmigo, a mi mundo, a nuestro mundo.

Allí estaba yo, observándote, esperándote.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Una vez más te vas

Ayer dijiste que te ibas, que no querías regresar, te ibas con él, lo llevas como tu títere de un lugar a otro, decís que te vas con él, regresas a mitad de la tarde, con tu misma expresión, a él no parece importarle, a mi tampoco me importa, dijiste que te ibas pero una vez más has regresado.

Despertas muy temprano, lo despertas a él, decidís invitarle a desayunar, algo totalmente inesperado, yo no sé hacia dónde se dirigen le pregunto a él a dónde van, me responde que has decido invitarlo a desayunar, como es la vida, un día yo despierto por la mañana y veo que no estas, otro día despierto y me decís que te vas, otro día despierto y me decís que me detestas, otro día despierto y estas allí, como siempre, con tu mirada triste, no sé que esperas de mí, no lo sé, te he escuchado hasta cansarme de tus palabras repetidas una y otra vez, hoy despierto y decís que te vas con él, te vas así nada más, ayer me gritabas, decías que te mentía, pero no lo he hecho, que haya dejado de decirte lo que hago o no hago no quiere decir que te mienta, no me acuses de ser la culpable de que él sea como es, tampoco me digas que te importo y mucho menos me digas que le importo a él, porque con él no existe ningún vinculo, ninguna relación, simplemente somos dos desconocidos que discutimos de política, fútbol y alguno que otro tema de la situación actual, no pasamos de eso y vos sabes que tenes la culpa, no me digas quién soy porque no lo sabes, no me digas que tengo que hacer porque ya no quiero hacer lo que me decís, quiero hacer lo que yo quiera, hoy despierto y te vas con él, ni una sola vez me llevaste a mí, pero te vas con él.

Malditas las letras

Malditas las letras que fueron mi escape, esas letras que deje adheridas a las blancas hojas, las que guarde en mi memoria, las que se quedaron guardadas en instantes de tiempo marcados por la ira, el desprecio, la tristeza, la ilusión, los momentos de ensueño que no pasaron a ser más que momentos, instantes que quise olvidar y que mis letras absorbieron porque yo así ordené.

Malditas las letras que se robaron mis sentimientos, esos sentimientos que no quería olvidar, pero que con el pasar de los días me habían enamorado, han matado mis recuerdos, mis momentos de ensueño, mis instantes, ahora tengo que acudir a ellas para poder o tan solo quizá intentar recordar que fueron esos momentos que ahora ya no son míos, son de ellas, ellas me los quitaron, se acostumbraron a absorber mis días, porque eso quería, hoy que ya no quiero que se lleven mis pensamientos, mis ilusiones, mis sueños, mis momentos, se los llevan y yo nada puedo hacer, se han robado mis sentimientos, malditas las letras.

Malditas las letras, que aún amo, las amo porque fueron mis días, en ellas se han guardado mis días, mis pensamientos y sentimientos y hoy no puedo dejarlas porque se volvieron mi adicción, la cura a mi dolor, mis confidentes, malditas las letras por amarlas, quererlas y no dejarlas ir, malditas letras mías y de nadie más, realmente me robaron mis sentimientos, pero no importa, realmente no importa, las amo y son mías, solo mías, fueron mi sombra, mi compañía, mi alegría y tristeza, fueron mi mundo, son mi mundo.

Malditas las letras porque son mi adicción y mi mundo y aunque me dejen sin nada, yo jamás las podre dejar. Mis letras, mías, mías, de nadie más. Mis queridas letras. Malditas las letras que amo, porque solo para ellas existen sentimientos, malditas las letras, porque ellas guardan todos mis sentimientos aunque algunos no quise que se quedaran ellas, eran míos y me los han robado, aún así, no quiero dejarlas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Hablamos de recuerdos, hechos pasados, episodios de la vida, sucesos, acontecimientos, mientras avanzábamos en la conversación, caí en la cuenta de que no sé que ha sido realmente mi vida, no sé que fueron mis días de infancia, mis años de colegio en sí, no sé que ha sido de mis años, tengo vagos recuerdos de días, de noches, de madrugadas, pero no sé que es real y que he imaginado, he reescrito muchos de mis recuerdos, los he construido a mi antojo, les he puesto los colores que he querido, algunos otros decidí bloquearlos, es como despertar una mañana, esta mañana y no saber en dónde me encuentro, es mi casa, pero no es el lugar que imagine en mis sueños, he vivido en universos paralelos, en mundos distantes a este, he vivido de ilusiones, sueños, palabras, he encerrado, encarcelado, recuerdos distantes, ¿cómo sé que este momento es real? Una vez más me pregunto si esto, todo mi alrededor es real o es una vez más una construcción de mi mente, ¿puedo acaso despertar de este sueño?

No soy más que un ser perdido en el mundo, en la inmensidad del tiempo, de los años, que llegan y se van, perdida entre la multitud, en las personas, distante de los días, de esto que dice ser realidad, no sé que son los momentos o instantes, menos se describir la alegría, la felicidad, quizá ni siquiera la tristeza, tampoco sé si debo sentir algo o debo decir algo, si debo dar una respuesta al tiempo, a las horas, a los minutos que se acercan.

Todo esto simplemente no puede ser real.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nota de Suicidio 2

... "Solo recordamos lo que nunca sucedió."

Algunas veces las notas de suicidio nunca llegan, algunas veces no es más que el ensordecedor ruido del viento en la noche silenciosa el que rompe la tranquilidad, la noche oscura, hoy parece más oscura. Fue una nota de suicido gritada por la noche, eran quizá las diez u once de la noche cuando sus gritos y sollozos nos despertaron a todos. ¿Todos? Eramos las mismas personas, ellas y yo, una vez más él estaba ausente.

Esta nota puede que sera real o puede ser que la haya imaginado o le haya agregado algo de ficción o algo que la hiciera distinta, solo para que la recordara por varios años. Realmente no sé cuanto tiempo ha pasado, solo tengo esa imagen fija de ella, la imagen del ridículo, eso que marco algunos días y que no sé si fue real, quisiera preguntarle a ella que paso ese día, pero quizá ella lo ha olvidado.

Todos dormíamos, excepto ella, no sé que hacía en medio de la oscura noche, quizá una vez más pensaba en él, quizá una vez más se arrepentía de los días, así como me hacía a mi odiar cada amanecer, aunque debo admitir que algunos días solían ser casi perfectos, solo arruinados por algunos de sus comentarios. Retomando nuevamente la nota quizá real, quizá falsa, la noche estaba oscura, hay algo que le he agregado a todo esto, es el lugar, porque no es como lo veo ahora en la imagen fija que tengo mientras escribo, en este momento veo un pasillo largo, la puerta es igual, existe una división entre una casa y otra, hay construcciones nuevas, pero el lugar real de la escena es un pasillo corto entre la pequeña casa construida a la derecha y al otro lado una pequeña pared seguida de una división falsa, inexistente entre una casa y otra, todos con temor a ser vistos por alguien más.

Ella había sido la más cuerda de todos, nada que reprimir a la hija perfecta, sin embargo, las drogas pueden causar cualquier efecto, dicen que se sobremedico por error, dicen que fue una reacción por lo que él dijo, la imagen de ella sobre la pequeña pared gritando que se suicidaría, llorando, lloraba y no dejaba de llorar, me levante de susto, corrí hacía la puerta y le rogué que bajara, dos personas más salieron, quisiera decir quienes fueron, pero no debo hacerlo, las veo a ellas tratando de tranquilizarla, sin embargo ella sigue empeñada en suicidarse, ellas dicen una vez más, que baje, me ven a mí acercándome, me gritan que me entre, que nada pasa, me quedo parada sin decir una sola palabra, de pronto, todo mi alrededor se ilumina por la luz opaca, ella aún grita, la toman de la mano, la sacuden, la jalan de un lado a otro, aún no reacciona.

Con mucho esfuerzo, logran bajarla, un grito más que se extiende a lo largo de la cuadra, algunos vecinos se han asomado, pero a la fuerza lograron que entrase, la arrastraron, la ataron de pies y manos, la dejaron en el sillón color café que estaba en la sala, hoy ese sillón ya no existe más, todos los cuartos daban a la sala, las puertas completamente cerradas, excepto la mía, la mía se entre abría y dejaba al descubierto una pequeña abertura, una pequeña abertura por la cual la veía, sus ojos rojos, su rostro sucio, su ropa sucia, toda ella cubierta de lágrimas.

Después de unas horas, dormía tranquilamente, no tuve valor para acercarme a ella, no sé si alguien más pudo ver todo lo que paso, no dormí durante toda la noche, me inundaba un gran temor, en cualquier momento ella despertaría y correría, intentaría escapar más sin embargo, después de intentarlo en varias ocasiones se daría por vencida, hasta cansarse intentaría cortar las riendas que la ataban, pero nada de eso paso, descansaba tranquilamente.

Los rayos del sol entran a través de la ventana, la he desatado durante la madrugada, ahora es libre, despierta, su rostro tranquilo, está como que si nada hubiese pasado, se levanta con su sonrisa, esa sonrisa que todos aman, nada ha pasado. ¿Qué es real? ¿Qué invente? eso quizá es algo que jamás sabre, termino esta nota con letras de Carlos Ruiz Zafón, "Solo recordamos lo que nunca sucedió."

lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Sueños o ilusiones? : Un momento

Así fue como de un momento a otro mis días, mis noches, mi mundo cambio, ¿hasta dónde pueden llegar las palabras? ¿en qué momento se acaban? ¿cuándo despierto de este hermoso sueño? ¿Cuándo dejaré de ver amaneceres, atardeceres, a la luna y a las estrellas? ¿qué es este momento?

Es el tiempo, los días, las miradas, imágenes a la deriva, cuentos de días, ciudades, distancias, pensamientos ¿es todo esto real?

Los rayos del sol entre las nubes, en medio de la lluvia, el hermoso sonido de las melodías que abrazan la oscuridad, todo el alrededor inhundado de letras, ¿es todo esto real?

¿En dónde se terminan los sueños y empiezan las ilusiones? ¿En dónde se vuelven uno solo? Ese espacio entre uno y otro es el que acaba con mis días. ¿Existen los momentos mágicos? Este parece ser uno de esos.

¿Se terminan los pasos? Es el tiempo, invisible, completamente invisible a mis días, indiferente a las palabras, a este momento que quisiera fuera eterno, invisible a mis pensamientos que no son más que ideas vagas de ilusiones y partes de sueños. Es el tiempo el que no espera, el tiempo invisible que no puede detenerse por un instante. Tiempo, detente por un momento, déjame vivir un poco más en este sueño o ilusión, déjame atrapar este momento en la inmensidad de mi vida, déjame guardarlo en mis pensamientos, tiempo, dame más tiempo.

Sueños e ilusiones atrapados y atrapadas, encerradas y encerrados, capturados y capturadas por este momento que quiero que dure en el tiempo. Tiempo, abraza este momento y no sueltes, no lo sueltes jamás. Abraza este momento, no lo dejes ir, no lo sueltes, abraza este momento, no lo dejes ir, no lo dejes ir jamás, que importa si es un sueño, si es una ilusión, que importa que es este momento, solo te pido que lo abraces y que no lo dejes ir jamás, jamás.

Abraza este sueño, esta ilusión, un momento.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Hacedor de historias

Una vez más me detengo en simplezas, deseé ser un hacedor de historias para escribir inicios y fines (Creo que olvide mencionar los medios de las historias, pero realmente no sé si el fin del inicio marca el inicio del fin y todo se reduce a fines e inicios), sin embargo no pude escribir fines, mucho menos inicios, deseé ser escritora para unir las letras, formar palabras, oraciones, párrafos, en fin hojas y hojas con nuestra historia, sin embargo, las letras no se dejaron combinar, intente atarlas, pero ni eso funciono, entonces, deseé ser pintora y dibujar una historia junto a ti, quise pintar la escena de nuestra vida, de este momento, pero los pinceles que goteaban acuarela no dejaban ni un solo rastro de lo que pintaba.
Y yo he querido ser hacedor de historias, pero solo he sido un hacedor de frases sueltas, sin una secuencia lógica, frases sobre puestas que no hacen más que reflejar el caos provocado por mis pensamientos y sentimientos y el razonamiento de los días, pero en fin, espero algún día ser un hacedor de historias, quiero ser quién las dibuje y las pinte y entre la pintura quiero hacer mezclas con las letras y que se disuelvan entre inicios y fines, espero algún día ser pintora y entre la pintura, escribir mi historia, tu historia, nuestra historia desde el inicio hasta el fin o quizá desde el fin hasta el inicio aunque podría no escribirle ningún inicio o fin.
Y yo he querido ser hacedor de historias.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Nota de Suicidio 1

Querida, ¿cuánto tiempo ha pasado? le preguntaba mientras doblaba la ropa que acaba de descolgar del tendedero, sin responder, siguió con su tarea, apilo en tres filas la ropa, clasificada, ordenada por colores, mientras vagaba entre el mar de pensamientos que aquella pregunta había traído consigo.

Entre sus pensamientos recordaba a detalle cada uno de los minutos que pasaron, todo parecía haber sido un accidente, los autos parando a la orilla, los curiosos acercándose a la escena, las sirenas de las ambulancias, las luces rojas y azules de las patrullas, todo el alrededor un caos y al mismo tiempo, la frustración, el dolor, todo fue un fracaso.

¿Han sido tres años? Ella deja lo que esta haciendo, sube la mirada, la ve fijamente y sonríe, finalmente responde -Han sido cuatro- no quiere hablar del tema, por suerte, piensa ella, nadie encontró la nota.

Era noviembre, los primeros días de noviembre se asomaban con su aroma, con su frío, todo parecía normal, los días estaban llenos de una paz insoportable, días silenciosos, días hermosos, al mismo tiempo los días se llenaban de amargura, se iban agregando granitos de amargura a su vida y su mente se volvía cada vez más oscura, así como su ser se llenaba de soledad. Pensó en escribir una carta de suicidio, no deseaba suicidarse, solo parecía algo divertido, quería saber que se sentía escribir el dolor que sentía y al mismo tiempo dejarlo ir, escribiría la nota, la dejaría en la mesita de noche que estaba al lado de su cama, esperaría un par de días y luego la quemaría y así dejaría ir algunos de sus sentimientos mejor guardados, pensamientos ocultos, todo se iría por un momento, eso era lo que pensaba.

Después de escribir la nota de suicidio, extendió las sábanas de su cama, apago la pequeña lámpara de su mesita de noche y rápidamente cayó en un sueño profundo, un sueño abismal, algo que no ocurría desde hacía algún tiempo, por la mañana despertó un poco aturdida, pero pronto se tranquilizó, tomo una ducha, se vistió, pensó en que sería un buen día, mientras pasaban los minutos, aquella figura que la había perseguido por años regresaba, sus palabras no hacían más que hundirla, una vez más no sabía que decir, la miraba en silencio, sin pronunciar una sola palabra, ¿qué ha pasado con el día ideal? todo cambio de un instante a otro, se encontraba molesta con el mundo, molesta consigo misma por no poder pronunciar una sola palabra, al mismo tiempo esa figura bloqueaba su paso, no la dejaba salir, en cuanto pudo salió corriendo, tratando de ocultar sus ojos llorosos, mientras tanto esa figura la hundía cada vez y más, nada ha cambiado pensó para sus adentros, saco el auto del garage rápidamente, mientras manejaba, solo pensaba en seguir la carretera hasta que el camino se terminará.

Llegando a la rotonda de la avenida Santa Ana, pudo divisar a lo lejos un camión estacionado sobre el carril derecho, como era costumbre en días como ese, ella iba transitando lentamente, solo para tener un espacio para ella y sus pensamientos, a su mente vino la imagen de su auto destruido junto con ese camión. Acelero, iba decidida a terminar con su dolor sin embargo, los autos que iban sobre la avenida no iban lo suficientemente rápido y no le permitieron acelerar lo suficiente, el choque fue fuerte, pero no paso a más que unos meses en el hospital, lo hizo pensando en la culpa que esa figura sentiría, sin embargo, no le importo, no fue nada, todo sigue siendo nada, igual que estos días, igual que los días que dice haber perdido por culpa de ella porque ella absorbió su vida, la esfumo y la arruinó completamente, esas son las palabras que resuenan día a día en su mente, ella es como la basura, eso le ha dicho, no es nada en su vida.

El accidente no paso a más, nadie vio la carta de suicidio, le tranquiliza que nadie lo haya hecho, solo algunos decidieron no olvidar lo sucedido, cada vez que sale, algunos tienen temor, pero esa figura parece desear que cada vez que salga, no regrese, no quisiera que regresará o eso es lo que parece.

¿Querida? ¿Te ha pasado algo? pregunta una vez más, ella sonríe y responde, solo pensaba en aquel día.

martes, 1 de noviembre de 2011

Historias repetidas

Fue más fácil hablarte, hablarle, fue tan fácil decir que pensaba, fue tan fácil decirle con palabras cada uno de mis pensamientos.

Si me dieran a elegir una vez más, definitivamente lo volvería a hacer, que importan los inconvenientes, los sucesos, que importan los días, las pocas lágrimas que deje caer porque quise que así fuera, ellas no querían caer, pero yo las obligue aquella mañana mientras en medio del tránsito rutinario de la mañana los autos me rodeaban, girando en un sentido y en otro sin comprender lo que había pasado.

Hace algunos años que no pasaba por las gradas de ese lugar, el aire agitando las ramas de los árboles, algunas hojas cayendo, algunas otras flotando, danzando la melodía del viento que agita los bambúes, el viento agitando los tallos amarillos, sino fuera por el día, jamás hubiese notado esos bambúes.

¿Cómo explico lo que veo a mi alrededor? Gente pasando de un lado a otro, mientras yo sigo esperando, esperando que termine el día, esperando llegar a casa, hace tiempo que las letras desaparecieron, pero sé que hoy regresarán, ese algo que faltaba ha vuelto.

Fue tan fácil decirle, porque sus palabras fueron las mismas, fue como repetir la conversación, ella tenía razón, ahora entiendo a qué se refería, sin embargo, la ausencia se intensifica con los días, los sentimientos se opacan, los colores son absorbidos y tal y como sucedió hace algunos años, la historia se repite y sé que te irás ese fue el primero de muchos pasos que darás hasta alejarte, lo sabía. Cuándo tenga que escribir la despedida, no lo haré. Solo me iré. No te preocupes, porque será sencillo. Es fácil matar sentimientos, lo he hecho antes y lo volveré a hacer, no pasa nada.