sábado, 5 de marzo de 2011

Cada anochecer es quizá mi nuevo amanecer,
me veo en la niebla de los amaneceres
y sobre las calles de aquella lejana ciudad,
voy caminando sin rumbo y sin preocupación
(Quizá nuevamente sola)
parece de ensueño,
y es que no es más que otro de los mundos paralelos
que he creado para sobrevivir a estos días,
es tan parecido a lo que soy y no a lo que he sido o quizá seré,
esta tan alejado que su cercanía puedo medir,
las ilusiones que tenía siguen siendo las mismas,
todos mis mundos paralelos se unen en estas calles,
las calles en las que se suponía que todo cambiaría,
y que todo lo que vivido en sueños diferenciaría,
aquella ciudad que no duerme
y que día a día me llama,
aquella por la que todos mis días
y todas mis noches cambiaría,
aquella que mis lágrimas secaría,
aquella que mis días de color pintaría
dejando atrás aquel gris que me cubría.

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