domingo, 28 de agosto de 2011

Es el viento el que entra a través de la puerta
resopla incesante, mueve las cortinas verdes que están al otro lado de la silenciosa habitación
en medio del estremecedor sonido de los truenos y la oscuridad de la tarde se escuchan mis pensamientos
el frío envuelve la atmósfera en el vacío del día, nadie alrededor.

Una vez más la botella de vino tinto sobre la mesa
el lápiz colocado sobre la blancura enceguecedora de la hoja, sin una sola letra, sin una sola palabra
simplemente porque me he quedado sin palabras una vez más
a la espera,
esperando que una a una regresen
esperando que una a una se ordenen nuevamente
los trazos inexistentes
esos dibujados en el cielo carente de estrellas
esperando que esos trazos también sean dibujados, que llenen cada espacio vacío existente.

Caída la noche, he caminado hacia la nada sin tan siquiera estar acompañada de mi sombra
los grandes árboles varados alrededor
disfruto de esta noche tranquila, sin luz, solo con algunos faros iluminando algunos espacios
las sombras de las copas de los árboles trazan un nuevo camino a seguir
en medio de la negrura de la noche las hojas de las árboles se agitan, algunas se dejan caer
esperaba tu compañía,
aunque parece imposible, no he visto ni una sola vez al cielo
no vi a las estrellas, me dedique a buscarte, veía hacia un lado y hacia el otro
buscándote
esperando que aparecieras y caminarás junto a mí.

No apareciste, solo fue la vaga ilusión de mis días, de mis noches
solo fue una vez más una suposición
una vez más fue el deseo
el deseo de tenerte cerca
el deseo de verte
el deseo de hablarte
el deseo de besarte
el deseo de abrazarte
el deseo de que estuvieras junto a mi y jamás,
jamás te alejaras
que te quedarás junto a mí para siempre o al menos por esta noche.

sábado, 27 de agosto de 2011

Noche casi perfecta

La noche de ensueño, esa que tanto espere, la que imagine por tanto tiempo. Con espacio suficiente para caminar, para dar un recorrido en medio de la soledad, podríamos haber sido solo tú y yo.
Poca iluminación, un ambiente fresco, pequeñas chozas de paja, bancas alrededor, vacías, te imagine junto a mi en una de esas bancas, simplemente pasando el tiempo, platicando, sigo caminando de un lugar a otro, sin rumbo definido, el viento sopla, la brisa mueve mi cabello, siento como roza mi rostro, no estas, solo existes en mi pensamiento.
Deseé que fueras él, que fueras tú el que caminaba junto a mí, deseé que fueras tú el que estuviese sentado a mi lado, que fueras tú el que me hablará, el que sonriera conmigo, el que llegará a hacerme compañía.
¿Por qué no estas esta noche? Podríamos haber salido a caminar, perdernos en medio de la noche, platicar, ignorar a todos los que estaban alrededor, podríamos existir solo tú y yo.
El restaurante, la noche, el paseo, todo casi perfecto, solo faltaste tú.

viernes, 19 de agosto de 2011

Confusión

¿Realidad? ¿Acaso existe?
Mi punto de partida es aquel lejano recuerdo que tengo de lo que se puede decir que son días que han pertenecido a mi vida, pero sinceramente no se en que momento o si ha pasado que mis sueños se han cruzado con los recuerdos, es tan complicado saber si el pasado realmente existe, si los días que recuerdo realmente pasaron o solo fueron mi imaginación.

¿Cómo distingo la realidad de mis sueños, de mis pesadillas? ¿Cómo saber si mis sentimientos son reales? ¿Cómo saber si eres real? ¿Cómo saber si tus palabras son reales o tienen algún significado? Me detengo un momento, sé que el reloj sigue su marcha, pero todo a mi alrededor está paralizado, nadie se mueve, divago en medio del silencio entre cada uno de mis pensamiento, porque sin una razón lógica te buscan, me atraen, pero a la vez te bloquean, no te quieren cerca, te extraño como no tienes idea, pero a la vez deseo olvidarte, deseo verte, pero sé que no vas a estar, te busco, pero no te encuentro, ¿Existes o eres otra ilusión creada por mi mente?.

¿Es un sueño eso que se repite noche a noche, o acaso es una pesadilla?
Te has robado mis pensamientos, mis sueños, No, no es así soy yo la que pierde el tiempo tratando de encontrar una respuesta a ese sentimiento sin sentido, inexplicable, que me atrae como un imán hacia ti, aunque no lo veas, no lo sepas, te veo a cada instante, imagino que estas cerca o quizá lejos, pensando en mi, quiero imaginar por un instante que has desaparecido, que no te conozco, que nunca te conocí (¿Nunca? Ni siquiera sé que es el nunca). Siento desesperación por tu ausencia pero cuando estas siento que no te necesito. El problema es que no distingo nada, no sé que es mi vida, esta vida, que son sueños, que es realidad, no se que es lo que intento hacer en este preciso momento, en este momento en el que estoy escribiendo, empece por el título, porque iba intentar describir el sentido o no sentido de mi realidad en estos días, pero termine describiendo la confusión o un intento de descripción de algo que siento que no siento pero que a la vez necesito, hasta yo misma he llegado a usar palabras de más, sin sentido, aún lo sigo haciendo, sinceramente todo mi mundo, todo mi alrededor es tranquilidad pero en mi interior solo existe confusión y una gran incógnita que no puedo responder, una gran incógnita que ni siquiera puedo formular, solo sé que existe ese algo que divide cada pensamiento de cada sentimiento.
Cómo suele ser costumbre la ignorancia y poco conocimiento de los días, de mí, de vos, de los años, esos que decís que usaste para convivir conmigo, para conocerme parecen ser solo una ilusión, un sueño, quizá el hecho que te ignore, que no me interese lo que digas ha hecho que día a día la distancias crezca cada vez más.

Quizá me canse de intentar escucharte, quizá es resentimiento lo que siento, no sé que siento realmente y vos no ayudas, con tus marcadas palabras, tus estúpidas comparaciones, tus deseos de ayudarla, de hacerme sentir la peor basura, todo en conjunto, en sí vos, vos y solo vos. Tengo que culparte, solo para quizá tener una excusa, tengo que seguir ignorándote quizá por mucho tiempo, tengo que seguir tragándome tus palabras, ocultando mis lágrimas y ese dolor tan intenso que me haces vivir. Pero que importa, de todas formas vos solo ves lo mismo que has visto hasta hoy, la tranquilidad en mi rostro, esa que hace que intentes gritar aún más, así como mi ser grita que te calles por un momento, que no digas nada, solo quiero sentir el silencio, solo el silencio.

viernes, 12 de agosto de 2011

Historia Corta 4: Pesadilla

Comenzando por la idea de un embarazo no deseado, un bebé robado y el conjunto de matices mezclados con cada uno de los personajes que aparecen en el relato que abre un capítulo más de la vieja historia conocida de un grupo de amigos que termino en lo que hoy aún sigue siendo hasta cierto punto recordado por algunos, quizá olvidado por otros, algo que se ha perdido en el tiempo y ha vuelto a revivir, solo por los pequeños detalles que se han escapado o que se escapan continuamente, esas señales invisibles, visibles y táctiles para unos, ignoradas por otros.

En medio de la confusión del día, del mundo, de las personas alrededor Iovannelle, corre tras sus sueños, sin pensar en lo que puede suceder en el camino. Conoció a Marcos, se enamoro de él, empezaron a salir, todo era de lo más normal hasta que Iovannelle quedo embarazada, sin saber que hacer, pasaron sus nueve meses de gestación. Marcos estaba casado y tenía una pequeña y hermosa bebé de dos años de edad algo que ignoraba ella totalmente. Los sueños de Iovannelle se veían destruidos a su corta edad, sus deseos de salir, viajar, explorar el mundo y perderse entre la multitud se desvanecían día a día, lo que no sabía era el rumbo que toda esta historia tomaría, finalmente llego el día del nacimiento de su bebé, lo pudo ver de cerca solo una vez, el hospital estaba lleno de personas, todo a su alrededor parecía estar girando, todo se tornaba negro, sus ojos se cerraron y no se volvieron a abrir hasta el siguiente día.

El día parecía transcurrir mejor de lo normal, no recordaba ningún suceso del día anterior, tampoco recordaba lo que había sucedido durante los últimos meses, conforme fue cayendo el día, uno a uno los recuerdos regresaban a su memoria, sin embargo, su padre se había encargado ya de enterrar cada uno de los sucesos del último año, tanto Marcos como su bebé habían sido borrados del pequeño mundo en el que habitaba Iovannelle. Sus lágrimas y su dolor no fueron suficientes, sin embargo, ese último año, solo había sido un hueco en medio del camino que Iovannelle seguiría en los próximos años.

Dos años han pasado, nadie menciona los sucesos de aquel año que parece lejano. Iovannelle sigue corriendo tras sus sueños, aún sigue viajando al país de la fantasía, al lugar que la hace vivir día a día. Todo parece normal hasta que alguien más aparece en la vida de Iovannelle, todos temen que vuelva a pasar lo mismo que paso años anteriores, y exactamente en la otra realidad paralela en la que vive la historia de hace dos años se vuelve a repetir. En la realidad, todo transcurre de lo más normal, ella se pierde en los besos de él, citas de ensueño, viajes a otras dimensiones. En la otra realidad, mientras transcurre el embarazo, su miedo aumenta, su frustración se vuelve más grande, no puede creer que una vez más este viviendo lo mismo, esta vez todos se alejan, se queda sola, mientras pasan los días de universidad y la ilusión de los viajes desaparece día a día, su mirada se apaga, se ve a si misma lejos de sus sueños, todo se acaba una vez más, todo se desvanece. En esta realidad, la felicidad es inmensa, de un lado a otro, hermosos amaneceres, lunas llenas, caminatas en medio de la noche, días iluminados por él, solo por él, entre risas, alegrías una vez más aparecen los fantasmas que la han perseguido por años, esos que deseo olvidar pero sin embargo no pudo hacerlo, aquello que enterró en el pasado hoy es desenterrado, Marcos aparece una vez más ante ella. Lágrimas y negación en ambas realidades, llego el punto donde ambas se unieron, llego el punto en el que debe elegir, llego al punto de ver a aquel niño del pasado jugando y riendo, aparece Ella también, todos una vez más, Iovannelle en medio de todos, en medio de todo el mundo que esta por decaer, ve a todo a su alrededor, sin encontrar una solución exacta, sin encontrar ni definir cuál es exactamente su realidad. Su padre una vez la ve con esa mirada. ¿A dónde ir?

Cierra sus ojos, los abre una vez más, no hay nadie alrededor, algo ha pasado, ¿Era todo una pesadilla? Ella y él aparecieron, ellos aparecieron, es más que una terrible pesadilla, es algo que esta faltando, ese detalle que divide todos los caminos y a la vez los une, eso que falta o quizá eso que hizo falta y que ahora hace que todo su universo pierda el equilibrio, eso que hace que poco a poco el sentimiento o los sentimientos se pierdan en el hueco oscuro del tiempo y el espacio, un lugar indefinido, un lugar oscuro y sombrío. Una vez más cierra sus ojos, vuelve a abrirlos, soledad alrededor.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Era él...

Iba de un lado a otro nuevamente, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Primero en la sala de espera, viendo a las personas entrar y salir o quizá salir y entrar. Dos sillones, como de costumbre sentada en el que esta frente al despacho, el tiempo pasa mientras sigo observando todo el alrededor una vez más, te busco con la mirada aún sabiendo que no estas, lo veo, no eres tú. Sigo pensando en ti mientras el tiempo sigue pasando, mientras las agujas del reloj siguen marchando. Mi mirada choca con la suya, no se que decir por un momento fue tu mirada la que percibí, pero no era tu mirada, era la de él, era la de él.

La sala se hace grande, soledad en el alrededor, sonrío al ver una vez más todas las sillas vacías, me encuentro en medio de la nada, extrañándote, esperándote, pero sobre todo pensándote, letra a letra las palabras desaparecen así como segundo a segundo, momento a momento te escapas de mi vida. Vuelvo a la escena real en la que ya no me encuentro sola, en la que no todas las sillas están vacías, te sigo buscando aunque sé que no estas. Se acerca, está tan cerca que puedo sentir su respiración, imaginé que eras tú, no deseaba voltear a verlo porque sabía que no eras tú. Así se pasan los días, veo su reflejo y lo transformo en ti, te veo en él, te veo a mi alrededor, los días se vuelven eternos cuando no estas, te sepulto entre mis recuerdos entre mis pensamientos pero aún así estas presente. Y estaba junto a mí, estaba tan cerca que podía sentir su respiración, una vez más, deseé que fueras tú, deseé poder rozar tus labios - rozar tus labios-, sin embargo solo era él, solo era él.

- La noche ha llegado una vez más, aún sigo pensando en ti aún sigo deseando que hubieras sido él, solo para poder rozar tus labios, tan solo para tenerte cerca y perderme en tu mirada, tan solo para rozar tus labios, pero solo era él. -

martes, 9 de agosto de 2011

Encuentro planificado

Una vez más había planificado la tarde, saldría un poco antes, intentaría llegar una hora antes de que él se fuera. Como era común, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo planificado, preguntas, quizá respuestas, debían existir respuestas. El día transcurría como de costumbre, el encuentro parecía estar a punto de realizarse después de tantas veces que se había intentado. Sin embargo los sucesos ocurridos la tarde anterior dejaban en duda nuevamente el tan esperado encuentro (tan esperado quizá solo para uno de los dos). Por la mañana, cuando despertó, sabía que el día sería distinto, pensó detenidamente en la ropa que usaría y al mismo tiempo pensó en él, en lo que le diría, dibujo la sonrisa que mostraría. Pocas horas más tarde, el encuentro estaba totalmente en duda, sin embargo quiso seguir pensando que se encontrarían, transcurrieron las horas de la mañana, llego la tarde, llegó la hora de partir, llegó la hora de empezar la búsqueda.

Empezar la búsqueda, el empezar se quedo en palabras, una llamada, un adiós a la búsqueda, un adiós al encuentro, otra sonrisa deshecha, menos respuestas, adiós al encuentro, una vez más adiós al encuentro, adiós a las palabras planificadas, adiós a la tarde soñada, otra vez, otra vez, adiós al encuentro. ¿Acaso existe algo llamado destino? ¿Qué es eso que lo aleja cuando esta cerca? ¿Acaso el tiempo y el espacio lo prohíben? ¿Acaso ha sido escrito que el encuentro nunca llegue? ¿Acaso es un capricho de los días?

Sin palabras ni respuestas, sin encuentros, se aleja, continua la misma tarde con un pequeño desvío. Mientras se pregunta por el porqué, sigue caminando en medio del restaurante, ve de un lado a otro, de pronto alguien aparece. Alguien aparece, ¿Casualidad?

Falsa Historia

Rompes es equilibrio de mi día
gritas
otra vez gritas sin razón
sin fundamento
otra vez hablas sin saber
me sacas de mis pensamientos
todos los días sos diferente
aunque has tratado de cambiar.

Cambias de un instante a otro
¿Quién sos hoy?
Para mí todos los días sos la misma persona
la diferencia es unos días
portas unas máscara
otros días portas otra
pero tu cara
aunque la cubras
siempre sigue siendo la misma.

Tantas veces justifique tus actos
trate de buscar una excusa
trate de creerme esa falsa historia
esa falsa historia en la que viví toda mi infancia,
mi juventud y aún en estos días.
Esa falsa historia
que me hizo vivir escondida
que me hizo alejarme de vos
-de él-
Estoy hundida entre tu falsa historia
-mi falsa historia-

lunes, 8 de agosto de 2011

Reflejo

Decir adiós, en medio de la frustración y desesperación,
el sentimiento de abandono que genera su partida,
me deja en medio de la nada.
Se va sin decir una sola palabra
(Si dice unas cuantas palabras)
solo dice adiós, una corta despedida,
pocos días, pocas horas,
no sé hasta donde
ni hasta cuando.

Y yo aún sigo viendo su reflejo
aún le observo
aún le pido que se quede
que no se vaya
que no me abandone
una mezcla de sentimientos entrelazándose
-No es uno, son varios en letras-

Una vez más subo la mirada
veo su reflejo
aún esta allí
pero sus palabras no bastan
no son suficientes
ver su reflejo no es suficiente.

Quiero hablarle
pero sé que no responderá
porque otra vez
una vez más
no es más que su reflejo presente
ese que antes me hacia sonreír
hoy solo me hiere
porque aunque intento tocarlo
no puedo alcanzarlo
porque aunque intento abrazarlo
no puedo alcanzarlo
porque aunque intento perderme en su mirada
no puedo ni verla,
no existe
no es más que el reflejo,
el reflejo que un día calmo mis días
el reflejo que hoy me condena.

domingo, 7 de agosto de 2011

Y en ese momento -este momento-
tus palabras le pertenecen a ella
son de ella, no son mías.

No eras tú, era él

Por un momento
(después de tantos días)
puedo ver un cambio
alguien me llama
(¿Serás tú?)
imagine que eras tú
(dudo antes de desviar mi mirada)
desvío la mirada
no eras tú
era él,
simplemente era él.
(Mi sonrisa borrada una vez más)

Habitación

Caminando por el estrecho corredor
ahora me veo sentada en medio de la nada
recorro con mi vista todo el alrededor.

La luz es opaca
el techo sigue igual, agrietado por los años
el sillón azul al fondo
la librera, esa que cuenta muchas de mis historias, esa que almacena gran cantidad de mis antiguas y preciadas letras,
el escritorio con la vieja máquina de escribir
el ropero, parece ser lo más nuevo en toda la habitación
la pequeña cama cubierta por las maletas de viaje
la cama en la que estoy recostada, desde la cual veo todo mi alrededor, sentada en el piso vuelvo a ver todo, me recuesto nuevamente sobre el extremo de la cama, solo estoy esperando que la taza de chocolate este lo suficientemente caliente. Mientras tanto, dibujo el mapa de la habitación, escribo en mi mente la descripción de cada objeto, me pierdo en el silencio y la soledad.

Otro día

Y los minutos no pasan cuando pienso en él, entradas y salidas fugaces en mi mente, mis días. ¿Cómo saber cuándo aparecerá? ¿Cómo saber si se irá o se quedará?. Estoy en medio de la nada, veo al cielo, veo las hojas de los árboles agitarse, las nubes se mueven, de pronto, aparece en mi mente, una hoja en blanco, un lapicero y una vez más aquí, escribiendo por él, o quizá escribo para él.

Tranquilidad en medio del día, la brisa suave roza mi rostro, silencio alrededor, solo se escucha el sonido de las ruedas de los autos desplazándose sobre el asfalto, es el único sonido que se escucha, el único que quiebra el equilibrio, lo único que rompe el silencio e interviene con mis pensamientos.

El día hecho y deshecho, la planificación y mi alrededor, atada a la sociedad, me hundo entre la muchedumbre, solo porque así lo decidiste, me llevas de un lado a otro, de un extremo de la ciudad al otro, te adueñas de mi días, pero no de mis pensamientos, de esos se ha adueñado alguien más, los atrapa y recorre todo el mapa dibujado en mi mente. Sin embargo a empezado a llevárselos uno a uno, los coloca en el lado oscuro y oculto de mi mente para que no sean alcanzados. ¿Por qué los guarda? ¿Algún día regresará? ¿Por qué regresar otro día? No quiero que sea otro día, solo quiero que esté en este momento existente.

Viaje: Ellas

Hoy viajan juntas nuevamente las seis (No, son siete si se incluye a ella). Usualmente la charla es la misma, hablan del lugar al que van, de las personas a las que van a visitar, uno que otro comentario acerca del pasado.

Supongo que jamás han sido descritas (Solo dos o quizá tres de ellas han formado parte de una u otra de mis pequeñas historias, fragmentos de mi vida, su vida en mis letras.). En estas letras serán plasmadas, un poquito de cada una de ellas, de su vida -¿mi vida?-.

La primera, cuyos días se consumen, se pierden, se trastornan y transforman, la realidad se aleja, los sueños y fantasías invaden los días, las horas, las noches se vuelvan oscuras, negras, noches de insomnio, noches en vela obligada por el miedo, el terror, simplemente por los años y recuerdos, por los sueños frustrados, solo a la espera del final de todos los días, de la vida, de los años. Sin noción del tiempo, se pasan los días, su cuerpo se deshace, el motivo de todo.

La segunda, sus días son consumidos por ella misma, amenazas, suicidios, noches en el teléfono, madrugadas en alcohol, compras a escondidas, llanto fingido, sueños frustrados, camas vacías que hace algunos años fueron ocupadas por alguien más, gritos, amargura, soledad acompañada, vidrios rotos, vida pintada en películas, sonidos, canciones, alcohol y más alcohol, aún se puede escuchar su llanto fingido en medio de la madrugada mientras cae al suelo junto con todos los vidrios rotos del espejo, aquel que tantas veces ha quebrado, aquel que día a día le muestra su imagen.

La tercera, vida en casa, muerte en casa, ¿amargura o tristeza?, atada al sillón, a la cama, a sus hijos, vive su vida en sus hijos, hace con ellos lo que tanto quiso, encierro y más encierro. No tengo palabras que puedan describirla, solo puedo decir que es una mujer sin vida, sin opinión, otra más en el mundo de la religión.

La cuarta, la acompañante de toda mi vida, la mujer hermosa, la consentida, la perfecta imperfecta, la esposa, la hija, la nieta, la prima, la hermana, la madre, el centro de todo, alrededor de ella gira el universo, por ella todos están unidos, la sentimental, la alegre, aquella que no duda en mostrar sus lágrimas, la que derrama sus lágrimas por cualquiera, la que tanto ha sufrido, a la que tanto estimo, a la única que le puedo colocar una etiqueta, la que tanto tiempo me robo, la que me alegro, la que alguna vez me escucho o intento hacerlo, la que tanto me decepciono, a la que esperaría siempre, simplemente, mi acompañante de vida que hace algunos años decidió partir y dejarme sola, sola, sola.

La quinta, la que debería de ser la más importante, la que debería entenderlo, el centro de equilibrio del universo, palabras duras, vida destruida por el sueño y el deseo de querer y no querer, obligada a decirlo sin importar las consecuencias, decidida a hacer lo que quiere o eso dice, decidida a hacer sufrir sin querer, eso dice, decidida a soltar insultos sin querer, como ella misma lo dice, "haces que te trate mal por tratar mal a otros", sigue sin entender, ahora justificada por algo más, su afán de querer ser perfecta o decir que lo es, la solitaria que abandono todo, eso dice. Piensa en todo y en todos, ayuda a todos, ayuda a todos, excepto ....

La sexta, la que todo ignora, sin una definición exacta, de la que todos esperan todo, la guía, eso es lo que dicen, la que no se puede equivocar, sobre protegida, sin derecho a decir u opinar, silenciada por los días, deja sus lágrimas en la almohada, se pierde entre la multitud y pasa desapercibida, como siempre, silenciosa.

De la séptima no diré nada, aún es su vida muy corta como para poder decir algo sobre ella.

Paso una hora, el recorrido fue largo, pero no existió ningún tipo de conversación, todo en completo silencio, solo se escuchaba el sonido de la radio, ni el pasado fue recordado.

viernes, 5 de agosto de 2011

Citas

Apareces nuevamente, quizá un poco más tarde de lo habitual, no importa, ya sé que tengo que esperarte. ¿Recuerdas la cita de aquel sábado?

La mañana transcurría como de costumbre mientras desayunaba en el restaurante que esta en la esquina de la Avenida Vista Nueva. No esperaba que llegaras, sin embargo apareciste, no puedo negar que no me agrado tu presencia y debo decir que me fascina tu compañía. Sonríes, te sientas en la silla que esta frente a mi, me ves, no dices nada, te veo, nuestras miradas se cruzan, se entrelazan, se pierden en el momento ¿Por cuánto tiempo?, no lo se exactamente, fue por un momento.

Todo el restaurante decorado con letreros de grupos musicales de los 80's y 90's, repaso con mi mirada cada uno de estos, veo a mi alrededor, el restaurante esta lleno de gente, unos ríen, otros charlan, otros simplemente ven de un lado a otro, así como yo lo hago, pasan los minutos y mi vista se pierde entre la vitrina que se encuentra a mi derecha. Veo un teléfono viejo, antiguo, veo los viejos discos, esos que se colocaban en los tocadiscos, sonrió, te vuelvo a ver a ti, no dices nada. Pasan los minutos, aún sigues allí, charlamos, reímos, todos han desviado en más de una ocasión su vista hacia nuestra mesa.

Hoy llegas otra vez, ya te lo había mencionado, tarde como de costumbre, te sientas, sonreímos, charlamos, reímos, hoy repaso con mi vista nuevamente el restaurante, hoy estamos en medio de la Avenida Muelle Viejo, hoy el restaurante esta vacío, veo unas cuantas personas a mi derecha y otras frente a mí, el restaurante esta decorado con letreros y pinturas de frutas, fresas, manzanas, naranjas, vuelvo a verte nuevamente, todos nos ven nuevamente. ¿Por qué nos ven? ¿No puedo charlar contigo? ¿No podemos reír? ¿No podemos simplemente pasar tiempo el uno con el otro?

Y todos nos ven nuevamente porque realmente no estas, nunca has estado, me ven a mí, solo he tenido citas con la soledad acompañada del reflejo de mis pensamientos. Citas acompañadas de tu ausencia. He estado conversando sola, riendo sola, no me dí cuenta que no eras más que una imagen que cree para tenerte cerca, para charlar contigo. Pero no importa, como te dije, me fascina tu compañía aunque realmente no estés me gusta que me visites. Nos vemos en nuestra próxima cita, te veo en el almuerzo, te espero en el restaurante de la Avenida Amaneceres.

Etiqueta, nombre o rótulo

Etiquetas o nombres, eso es algo que no deseo utilizar. ¿Acaso tengo que colocar una etiqueta para decirte lo que siento? ¿Acaso tengo que colocar una etiqueta para describir cada pensamiento? ¿Acaso tengo que colocar una etiqueta para cada letra que he escrito, para cada dibujo que trazo, para cada línea, para cada punto, para cada texto que describe el diario de mi vida desde que apareciste? ¿Acaso tengo que nombrarlos a cada uno?

¿Es un rótulo lo que quieres que coloque? No puedo simplemente dejar el papel en blanco, sin datos, solo con dibujos, líneas y letras. No sería mejor describir todo sin darle un nombre, esperaba que la lectura a través de trazos y letras fuera más fácil, pero parece que estos no se adaptan a la realidad.

¿Acaso las frases tienen que tener sentido? ¿Acaso tengo que crear un diccionario? Aunque intentará no se si podría, todo esto no es más que una construcción o una imagen mental emergente, una abstracción retenida, almacenada en mi memoria, en el recuerdo de los días, de las tardes, de las noches, de los momentos o instantes, todo perdido en el rastro del tiempo indefinido tras un suspiro robado, quizá no robado, quizá solo perdido...

...Solo perdido, al igual que las horas que gasto escribiendo, plasmando mis pensamientos en letras así como lo hago hoy nuevamente.

Así como lo hago hoy nuevamente, así como lo he estado haciendo desde hace varios días, quizá semanas, una abstracción de mi mente, un recuerdo, una pista, una huella, una señal, una marca dejada por tu ausencia y tu presencia y el afán de querer encontrarte sin buscarte, de querer hablarte sin pronunciar una sola palabra, de querer escucharte sin que hables, de querer tenerte cerca sin que estés presente, de querer soñarte y que al despertar aún estés conmigo, de querer pensarte y jamás sacarte de mi mente.

Dime tú, ¿Acaso necesito colocar una etiqueta, un rótulo, un nombre a todo esto?

miércoles, 3 de agosto de 2011

Idea Misteriosa

Describo la escena como patética con sentimientos fuertes, quizá debiles, quizá importantes o insignificantes, "buenos" o "malos". Dejando huellas, tras manifestaciones de emociones internas, colores, movimientos, sonido, todo esto por el descuido de los días, las tardes y las noches, solo para robarte un instante de tu tiempo, un instante acompañado de esa idea misteriosa que hoy impregna mi vida entera. Esa idea misteriosa que me hace despertar cada día con mis pensamientos enfocados en tus palabras, esas palabras que seducen mi mente.

En el vacío del día escribo para ti, en el vacío de la noche dibujo un sueño, uno en el que estés tú. Un manantial de letras con emociones de alegría, tristeza desesperación, cada una forma una nueva idea de ti. Un color complementario, uno nuevo, uno creado por la mezcla de todos los colores que te describen o que intentan hacerlo. Eres una luz falsa y cambiante, una peligrosa curiosidad que emana colores atractivos que hacen que te persiga, que te busque, que te quiera cerca, cerca de mí a cada momento.

Eres colores, palabras, sueños, momentos, simplemente eres una idea misteriosa.

martes, 2 de agosto de 2011

Y es ella ...

Son las siete y cuarto, una vez más ha regresado a ese lugar que no le trae más que tristeza. El día anterior todos decidieron salir, ella se quiso quedar. Unos cuántos también se quedaron. Mientras transcurría la hora, todo el lugar se encontraba vacío, o eso era lo que ella suponía, pasaron unos cuantos minutos, alguien apareció. Se sorprendió al verla, no esperaba que alguien estuviera en el lugar, todo estaba limpio y reluciente, sonreía mientras continuaba con su tarea cotidiana. Su rostro mostraba una hermosa sonrisa sin embargo sus ojos reflejaban la soledad y tristeza de los días. Según contaba, hacía algunos días que no encontraba motivo para sonreír, para ser feliz, deseaba regresar a aquel edificio, se había cambiado solo por una persona, pero temía ser la siguiente. Dice que ha tratado pero que no entiende a ciertas personas. Sin más que decir continua con su rutina. No estaba completamente sola, suena el teléfono, contesta como lo hace usualmente. Continua con la rutina.

Otro día más, son las siete cuarenta, ha llegado un poco más tarde de lo habitual, con su blusa azul, el pantalón gris, su pelo recogido, sus zapatos color negro bajos, sin su sonrisa. Mientras se pasa la mañana entre la rutina, las risas de otros, ella sigue con lo mismo, pasa por aquí, hoy alguien le pregunta porque no sonríe, ella responde que desde hace tiempo no hay motivo para sonreír, va de un lugar a otro, sin motivo, sonríe ante una que otra palabra que alguien más dice, pasa por aquí nuevamente, su mirada esta perdida, ve su reflejo en el vidrio, ese vidrio reluciente, sonríe, pero su mirada, aún sigue siendo triste.

Te invito ....

Te invito a salir, a caminar, a recorrer las calles de la ciudad.
Te invito a ser libre, a volar.
Te invito a sonreír, a reír.
Te invito a sentir la lluvia al caer.
Te invito a imaginar.
Simplemente te invito a venir conmigo, ¿A dónde? No lo sé exactamente, quizá a cambiar la realidad, a vivir algo distinto, a soñar, a ser parte de mis días, de mi vida, de la noche y el día.

Te invito a la soledad.
Te invito a explorar mis mundos, mis realidades.
Te invito a invadir mis pensamientos, mis sueños.

Mañana

¿Qué ha cambiado esta mañana?
Aunque no lo pueda comprender, muchas cosas han cambiado, hace algunos días sentía frustración. El curso normal de los días ha dado un giro total, hasta el día, toda mi atmósfera parece distinta, unos cuantos rayos de sol, la calle inundada de autos, la combinación extraña de la mañana soleada con la lluvia que dejo caer la noche, ese color anaranjado que tanto adoro, las casas entre los árboles haciéndose notar cada una por el color ladrillo de sus techos. El verde alrededor, el frío, el cielo gris y nublado. Ese pequeño rayito de luz, ese rayito que he visto o que he querido ver pero que aún así quizá sigo fingiendo que no existe.

Tranquilidad total, sin expresión, sin nada que decir o escribir. Sin un solo pensamiento, ni lejano ni cercano de los días, de ti. De ti, ningún pensamiento, solo eres tú, simplemente tú, tu imagen en mi mente. Mientras transcurría la noche trataba de plasmar tu imagen, algo que no logre hacer porque no tengo una imagen definida de ti, trate de recordar tu rostro y me sorprendí y me frustre porque no te pude recordar. Le pregunte a mi almohada porque no podía recordarte, pero no me respondió, solo me acompaño por la noche, aún sigo sin saber porque no puedo recordarte. ¿Quién eres?

La mañana sigue transcurriendo, yo sigo escribiendo y quizá lo siga haciendo durante toda la mañana. Quizá en otro momento describa la pelota azul que esta sobre mi escritorio, quizá en otro momento escriba sobre la charla matutina, quizá en algún momento decida escribir algo más sobre ti, quizá sea algo sobre mí, en fin. Esta mañana aún es muy joven, el día aún es joven. Una mañana indescriptible. Mientras transcurre la mañana.

lunes, 1 de agosto de 2011

Silencio

Todo es un caos, en medio del caos, silencio absoluto.
Uno a uno desaparece formando un grupo.

Uno tras otro, silencio total alrededor, solo se escucha la sirena de la ambulancia y el ruido de los autos que pasan sobre la ancha calle.

Solo puedo escuchar mis pensamientos,
el reflejo de las puertas de vidrio muestra tu imagen, frente a frente una vez más.

¿Dirás algo?
¿Diré algo?
No, todo es silencio, silencio absoluto.

Resuenan las palabras

Mientras transcurre la mañana, siento un escalofrío en todo mi cuerpo, puede ser por el frío que hace pero creo que no es realmente eso, es que en mi mente tus palabras resuenan, vuelvo a repetir en mi mente inconsciente tus palabras. Esas misma que pronunciaste ayer por la tarde.

Resuenan por todo el alrededor, aún las escucho, aún siento lo mismo que sentí ayer. ¿Esa es tu idea de mí?. ¿Eso he sido siempre para vos?. No me agradan tus palabras, jamás me han agradado, las he tratado de ignorar, pero llega un momento en el que el tan solo hecho de escucharlas me hacen sentir mal. Si he sido tu error, quisiera saberlo. Si no queres que este cerca, solo decilo. Pero por favor, no me hagas vivir lo mismo una y otra y otra vez más, me duele, realmente me duele.

Niebla

La concepción del arte como algo más que simple arte,
la vida como un arte,
todo a mi alrededor un arte.

El día nuevamente nublado,
la niebla rodeando toda la atmósfera,
asciende de entre los arboles, de la montaña una pequeña nube blanca y espesa.

Conforme asciende se expande y su espesor se pierde,
el viento la mueve de un lado a otro transformando el ambiente,
volviendo todo el alrededor frío y nublado.

Llega y toca mi ventana,
me invita a salir,
a viajar,
simplemente a volar a través del cielo,
a través del tiempo.

Me pierdo entre su espesor,
vuelo con ella,
viajamos de un lado a otro,
el tiempo se pasa.

Regreso, no me he ido, aún sigo sentada frente a la ventana. No fue nada más que mi dulce imaginación. La niebla aún sigue rodeando todo, se siente su presencia fría.