sábado, 5 de mayo de 2012

Vine por la tarde, se sentía el vacío en el alrededor me pregunte si estabas allí, la mayoría de veces que nos encontramos apareciste cubierto con un manto de invisibilidad, te escuchaba, te sentía cerca, pero jamás estuviste del todo.
Por las noches te encuentro en sueños, siento que vago a través de otros mundos y universos, aún siento tus labios besando los míos, sin embargo son solo sueños que se disipan con la luz del día. No duermo, estoy en vela durante las noches, en especial las largas noches de luna llena. Llegan las madrugadas y no me queda nada más que hacer que esconderme bajo la almohada.
Por las mañanas me escondo entre el jardín de letras, en un laberinto que parece no tener salida, el tiempo pasa y no me doy cuenta, las agujas del reloj siguen su marcha y una vez más se acaba el día.
Por las tardes suelo intentar dormir, pero las voces de mi alrededor me susurran, algunas veces me gritan que estas cerca, pero te busco y simplemente no estas, solo existe el silencio, entonces vuelvo de nuevo al vacío de las tardes en las que últimamente he acostumbrado retomar los viajes por los jardines olvidados y caminar, caminar y seguir caminando, mientras el sol se oculta y llega la noche y la oscuridad invade el ambiente, la luz se apaga y las letras, mis letras se pierden en el horizonte.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ni importa

Pues te digo que ni importa lo que hagas o digas, ni importa si lloro estando acá, ni me importa lo que pase en tu vida si ni la mía me importa. Tantos días, tantos años ni me importa si me muero o te morís y si hoy muero no importa que ni a mi entierro queras ir. Me has visto llorar y yo aún te sigo viendo gritar pero las únicas lágrimas que te importan y te han importado son las de esa que hoy yace en tu cama. Solo te importan las malditas perras que me atacan, de esas perras te reís, por esas perras haces lo que sea, te desvelas, madrugas pero que me importa tu felicidad si la mía no te interesa, me usas como joya para mostrar solo cuando te conviene, quédate con esas que te rodean.

Ni me importa si hoy lloro, porque realmente no sé cuál es la razón, puede ser una o puede ser otra, la tranquilidad de aquella tarde parece tan lejana. Con las luces de este día me dijiste que una bala me atravesarías, pues hacelo, si queres dispara a mi corazón que es tan frío como el hielo, pero es frágil, demasiado frágil aunque parece ser una piedra, también podes disparar a mi rostro, míralo antes de matarme, míralo, solo míralo, mira mis ojos, porque es el único lugar en el que quizá encontres una respuesta. Pero deja de decir estupideces, si tenes la pistola, dispara de una vez, porque este juego ya empezó a desesperarme. Matame si queres con palabras, porque esas duelen más que una bala. En silencio viví, en silencio vivo, lo único que harías sería agregar más silencio a esta existencia.

Ni me importa que hoy muera.