sábado, 5 de mayo de 2012

Vine por la tarde, se sentía el vacío en el alrededor me pregunte si estabas allí, la mayoría de veces que nos encontramos apareciste cubierto con un manto de invisibilidad, te escuchaba, te sentía cerca, pero jamás estuviste del todo.
Por las noches te encuentro en sueños, siento que vago a través de otros mundos y universos, aún siento tus labios besando los míos, sin embargo son solo sueños que se disipan con la luz del día. No duermo, estoy en vela durante las noches, en especial las largas noches de luna llena. Llegan las madrugadas y no me queda nada más que hacer que esconderme bajo la almohada.
Por las mañanas me escondo entre el jardín de letras, en un laberinto que parece no tener salida, el tiempo pasa y no me doy cuenta, las agujas del reloj siguen su marcha y una vez más se acaba el día.
Por las tardes suelo intentar dormir, pero las voces de mi alrededor me susurran, algunas veces me gritan que estas cerca, pero te busco y simplemente no estas, solo existe el silencio, entonces vuelvo de nuevo al vacío de las tardes en las que últimamente he acostumbrado retomar los viajes por los jardines olvidados y caminar, caminar y seguir caminando, mientras el sol se oculta y llega la noche y la oscuridad invade el ambiente, la luz se apaga y las letras, mis letras se pierden en el horizonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario