lunes, 18 de febrero de 2008

LA ROSA Y EL SAPO


Había una vez una rosa roja muy bella. Se sentía de maravilla por saber
que era la rosa más bella del jardín.

Un día comprendió que la gente la miraba sólo de lejos y no se acerba a
ella. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y
oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca.

Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato:
El sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres.

Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se
sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos.

Le dijo entonces: Vaya que te ves mal. ¿Qué te paso?

La rosa contestó: Es que desde ue te fuiste las hormigas me han comido
día a día, y nunca pude volver a ser igual.

El sapo sólo contestó: Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas
hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.

MUCHAS VECES DESPRECIAMOS A LOS DEMÁS POR CREER QUE SOMOS
MÁS QUE ELLOS, MÁS BELLOS O PORQUE SIMPLEMENTE CONSIDERAMOS QUE NO NOS SIRVEN PARA NADA.

2 comentarios:

  1. Esto es muy cierto; muchas veces ha pasado que hay muchas rosas despreciando sapos... cuando realmente estos sapos nos ayudan mucho...

    Esta historia tambien me gusto muucho!

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  2. ahi si que "no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos" :o
    mejor abrir bien los ojos para q esto no nos suceda :)

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