Que era todo esto que sentía

porque había cambiado mi perspección

y que había en él

que hacia que cada momento

me interesase mucho más

que explicación podía dar

a lo que sentía

a lo que esta locura me estaba llevando

a lo que por un día

me daba valor para hablar

y una palabra, quizá dos cruzaban

para tener una vaga y estupida respuesta

que me fascinaba y me enojaba

y me hacia perseguirlo

e ir tras él cada día.

Su forma de apreciar la vida

de escribir lo que sentía

de decir sin temor alguno

lo que pensaba,

de herir sin querer hacerlo

de convertir cada pesadilla

en una linda melodía.

No sé que era

pero la locura me invadía.

No lo conocía

y aún así tras el corría,

le buscaba y le miraba

sin una palabra decir,

lo escuchaba,

mientras sus palabras

invadían mi ser,

cada momento deseaba ser la inspiración

de cada amarga poesía,

de cada palabra escrita.