viernes, 23 de diciembre de 2011

Tu guitarra y yo

Sé que fue una ilusión, mía y de tu guitarra, una ilusión que empezo por un sueño, sin embargo en el momento en el que tu mano se enlazo con la mía, el instante en el que atrape tus manos, fue más que un momento, fue simplemente la realidad. Si me miras, déjame verte, si me decis vos, yo también te diré vos, si en medio de la madrugada las notas de tu guitarra me recuerdan, mis letras de media noche serán tuyas, si me abrazas, como hoy me abrazabas, mis brazos no te soltarán mañana, a vos que me devolviste las palabras, a vos que apareces para jugar con mis delirios, vos que en vez de regalarme la luna y las estrellas me regalas una palabra y un acorde, a vos que me dijiste que me quedara, solo a vos te pediría quedarte junto a mí. Vos y un acorde de guitarra, vos transformando mis palabras, simplemente vos, tu guitarra, volando y caminando, sobreviviendo a las alboradas, te invento, no te busco, llegas, estabas enfrente y te ignore, hoy levanto la mirada y allí estas vos, hoy me toca callar, a vos te toca hablar, las notas de tu pentagrama se despegan y se elevan, las atrapo entre mis manos, solo fue un sueño, solo sos un fantasma. Aún escucho los acordes de tu guitarra, aún sos una ilusión, no sé vos que pensas, pero desperta, vení conmigo, deja tu almohada, trae tu guitarra y cántame una de esas canciones que durante la mañana te escribí. Solo vení y olvídate del tiempo, sí vale, olvídate de la vida, deja tu sueño de esta noche, yo deje el mío, solo para atraparte y verte, mírame, mírate, abrazame una vez más, hoy no te quise dejar, me atrapo la nostalgia de esa corta despedida y vos que me abrazabas y no me dejabas ir, hoy me iba, vos te quedabas, cuando decidas venir a buscarme trae tu guitarra, no te preocupes porque ella y yo somos amigas, ella me contó que cada madrugada sus acordes se perdían, ella me dijo que en las madrugadas te quedaste en silencio, al igual que ambas nos quedamos en silencio, porque en silencio ambas te amamos, en silencio, a vos te amamos. Hoy solo acaricias a tu guitarra, pero no importa, en la inmensidad del tiempo yo te espero, aún más allá del tiempo, aquí te espero. Trae tu guitarra, porque ambas te amamos.

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