sábado, 11 de agosto de 2012

Historia Corta 10: Ladrón de sonrisas

"¿Cómo vas a sobrevivir si no sabes robar nada?" preguntaba el viejo de la esquina mientras me animaba a robarle una sonrisa a Bryony. Hace cinco años que mi madre murió, nadie sabe la razón de su muerte, con el pasar de los años, su muerte fue anunciada, mi padre nos dejo cuando yo era solo un niño, según decía mi madre, él no quiso quedarse a ver como se acaban las sonrisas, sin embargo, decía ella, yo me he quedado porque aunque muera, mis sonrisas no se acabarán. No llegue ha comprender sus palabras hasta unos meses después de su muerte, fui de familia en familia, veía como las sonrisas se iban agotando y como me desechaban como basura, no comprendía lo que pasaba, hasta que un día después de estar encerrado en un cuarto de castigo por haberle pegado a Miguel, me sentía débil, poco a poco me fui dando cuenta que mi alimento eran las sonrisas, con cada sonrisa que robaba mi ser rejuvenecía, las sonrisas me mantenían vivo sin embargo a la persona a la que se la robaba iba perdiendo su vida.

Hace algunos meses conoció a Bryony, una hermosa chica de ojos azules, pelo largo rojo y una hermosa sonrisa, la seguía en secreto, la observaba todos los días desde el otro lado de la calle, la escuchaba hablar en los restaurantes con sus amigos, leía sus pensamientos y cada día que pasaba se enamoraba más de ella. Pasaba los días caminando junto a ella, sin saberlo ella también lo observaba, se sentía protegida junto a él, caminaban juntos sin hablar, caminaban juntos desconociendo los sentimientos, los días de verano ella lucía hermosos sombreros, algunas veces vestía lentes oscuros para esconder su mirada, para que él no notase que sus ojos estaban puestos en él, los días de invierno utilizaba sombrillas de diversos colores, pensaba que si su sombrilla era lo suficientemente llamativa, él finalmente la vería. Yo solía disfrutar de las gotas de lluvia que caían sobre mi cuerpo, caminábamos juntos eso era lo que yo creía, caminaba solo, sumergido en mis pensamientos, en lo cerca que estaba de ella y al mismo tiempo lo lejos que estaba, el silencio abismal que nos separaba porque si me acercaba a ella, al igual que mis padres, en poco tiempo moriría.

Jamás quise ser un monstruo, jamás quise ser aquel que la sostuviera en sus brazos antes de morir, jamás quise acercarme a ella (no es así, soñaba por las noches con su rostro, con sus ojos, con su sonrisa, pensaba en ella a cada instante), fue ella quién una tarde de abril vino hacia mí, fue ella quién me dio vida, fueron sus sonrisas las que me mantuvieron vivo, ¿qué hago mi amor con esta tristeza de noches y de días? ¿qué hago para olvidar tu silueta bajo la lluvia, tu sombra al caminar bajo el sol? Aquel viejo tenía razón al decir que jamás tendría un final feliz, aquel viejo fue el culpable de la muerte de Bryony (no, claro que no es así, fui yo, porque cuándo me suplico que no me alejará me quede junto a ella), hoy la vuelvo a recordar mientras me encuentro una vez más en esta esquina viendo a la gente pasar, sonriendo a aquellos que pasan para que me devuelvan una sonrisa y poder seguir con vida un día más (¿seguir un día más con vida? Ahora ya no tiene sentido sin Bryony me digo todos los días mientras viene a mi mente el recuerdo de aquella promesa que hice de no dejarme morir), aún la veo allí parada con su vestido azul, tan hermosa como aquel día, querida Bryony ¿en dónde estas ahora?

Viví por tus sonrisas, viví para ti, viví para nosotros, moriste por mí, moriste por nosotros, preferiste morir que estar lejos, preferiste que fuese yo quién te matara, porque eso hice, te mate querida Bryony, aún puedo sentir tus labios rozando los míos, aún puedo escuchar tu sonrisa, aún puedo ver tus lágrimas, aún puedo sentir tu olor y tu presencia (ausencia) en esta casa, aún te amo, aún me odio por ser lo que soy, por haberte quitado la vida, por haber absorbido ese último aliento, antes de morir me dijiste que me regalabas tu última sonrisa, ¿por qué? ¿por qué no te quedaste lejos? Jamás comprenderé tu amor hacia mí, jamás comprenderé que fue lo que sucedió, mientras tanto sigo robando sonrisas, algunas las robo sin querer, ¿hasta cuándo?

Querida Bryony, tus sonrisas no se han acabado, solo están escondidas en algún lugar, aún las escucho, sé que estas allí, te buscaré y te encontraré, solo espera por mí.

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