jueves, 10 de enero de 2013

Arriane

Conocía a Celeste desde hacia varios años, ella sabía quien era yo y yo sabía quien era ella. Siempre bien arreglada enfundada en un bello vestido esperaba en la esquina del taller, solía saludarla y ella respondía con una gran sonrisa "hola c...". Ese día olvide lo que ella siempre me decía "no lleves nada con vos y tampoco pases en medio de las dos mujeres de la banqueta de la esquina". Con el tiempo nos convertimos en amigas. Ese día salí tras mis padres quería decirles adiós por última vez, olvide dejar la peineta de plata y olvide las recomendaciones de Celeste. Ya era muy tarde, empece a correr lo más rápido que pude pero no basto, las mujeres me tomaban de los brazos y me impedían caminar. Apareció Mariano, me pidió que le diera todo lo que llevaba, me limite a decir que Celeste me lo había robado todo. Mentí. Estando a una cuadra de mi casa, platicaba con Mariano y me decía, Celeste me ha dicho que te ha visto, "he visto a la c... después de mucho tiempo de ausencia, ha crecido", no mencionó haberte quitado algo. Salí corriendo estaba a una casa, la puerta la pude ver entreabierta, grite a Bella para que me ayudara, Arriane también llego. Mariano sonrió y dijo, así que es acá donde vivis, dirigió su mirada a Arriane, en ese momento Bella y yo tratabamos de cerrar la puerta, pero ellos luchaban por mantenerla abierta. Arriane, gritó Mariano, ayuda a abrir la puerta, la vimos, sus ojos se llenaron de lágrimas y nosotras simplemente no entendimos que estaba sucediendo.

No olvides que el pasaso de él no es tu futuro.

Para vos.

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