viernes, 8 de febrero de 2013

Espera en la esquina de la tienda María Juana

De regreso una vez a la casa de mi abuela, como sabrán, no me agrada mucho esa idea, pero al llegar me dice mi madre que viajaremos a la playa. Mientras tanto espero el partido de futbol que no empieza. Cuándo Mariano nos dice que todo esta listo para partir que vamos todos en un mismo auto, el partido empieza, yo no quiero irme aún, no sé si ha sido cosa del destino o que ha pasado pero el auto no enciende, tras varias veces de intentar encenderlo Mariano decide ir a buscar un mecánico, pienso que es lo mejor que pudo haber pasado.

Mi madre recoge las maletas y dice que vamos a ir a la esquina de la tienda María Juana, que desilusión pienso, mientras empezamos a caminar y a cruzas una cuantas palabras, a nosotras se nos unen Adriana y Carmelo. Dibujo una sonrisa en mi rostro al ver que una pantalla gigante en medio de la calle a una cuadra está pasando el partido, al voltear la vista hacia donde esta Adriana veo que platica con alguien, pero no me parece importante ver quién es, me distraigo en mis pensamientos mientras observo de lejos el partido. Estamos esperando el bus, pero aún no se asoma por el camino, pasarán unos cuarenta minutos porque el primer tiempo está a punto de terminar cuando veo que el bus se asoma, me giro rápidamente y camino hacia donde esta Adriana para darle la noticia de que el bus se acerca.

Puedo ver que Adriana sigue platicando, cuándo ve que me voy acercando, le dice al extraño con el que habla que yo voy hacia donde están ellos, me sorprendo al estar a unos pasos al verte, no sabía que eras vos con quién ella hablaba, te sonrío y sigo caminando hacia donde ustedes se encuentran. Pero vos te despedis rápidamente, te cruzas la calle, yo te observo desde dónde estoy y sonrío, no digo nada a Adriana. Creo que aún no me queres ver, así que en otra ocasión quizá podamos hablar. Te veo una vez más alejándote de nosotras. Adiós.

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