sábado, 2 de julio de 2011

Pinceladas, telarañas, agujas de reloj y mariposas

Pinceladas, telarañas, agujas de reloj, mariposas, noches de soledad iluminadas solamente por el faro casi apagado de la luna, con un cielo sin estrellas, sola, bajo la lluvia que parece que jamás cesará.

Como una mariposa me escondo tras espectaculares colores y formas, con mis alas escribo todos los días mi historia, sin saber con exactitud hacia donde voy. En ocasiones solo dejo que la brisa del viento me guíe (mis pensamientos), aún no había notado que a veces esta brisa me lleva a la soledad (Sin pensarlo, sin tan siquiera imaginarlo). No quiero pertenecer a una antología de mariposas, quiero ser la protagonista de un nuevo tomo, quiero volar a través de las distintas plantas, incluso de aquellas venenosas que amenazan con terminar mis vuelos.

Tranquilidad tras estas pinceladas, pinceladas artísticas, pinceladas decorativas, pinceladas transparentes y sin color. Pinto mi vida con pinceladas desalineadas, originales, quizá atractivas. ¿Cuántas historias vivas en el entorno tras estos trazos incomprensibles, sin estructura, sin razón?¿Cuántas replicas de una misma historia desdibujada con el paso de los días? Figuras en claroscuro la mayoría sin rosto, he plasmado tu imagen en el lienzo más grande, aquel que esta en medio de la habitación en la que hoy me encuentro y que suele ser iluminada por la luz del día y la oscuridad de la noche, quizá sea una imagen real o una idea, algo que no puedo expresar con palabras. Todos los días intento recubrirla con colores pero estos desaparecen, aun sigues sin color, aún sigues siendo un dibujo, una creación plástica de líneas y trazos indefinidos, solo te he plasmado como una idea en mi espacio, en mi dimensión.

Fabricando la telaraña, hilos finos de seda, una hermosa y brillante telaraña, ¿Por qué la construyo? ¿Por qué gasto mi tiempo formandola? Es solo para crear enredos, para desorientar e interceptar a aquellos que intenten acercarse, me ayuda a protegerme. No pretendo hacer que quedes atrapado en alguno de los finos hilos que he construido, no quiero que eso pase. Estoy en medio de todas estas hileras construidas esperándote,  esperando a que llegues. Espero no ser la víctima de mi propio invento y quedar presa en la telaraña, esta telaraña que he construido.

Hace algún tiempo deje de escuchar las agujas del reloj, aquel lejano sonido en medio de la noche que indica el paso del tiempo. Está noche de soledad y de lluvia las he vuelto a escuchar, eran tus palabras las que rompían el silencio de la noche, las que evitaban que escuchara este sonido, este sonido que detesto, aún sigo detestando el sonido de las agujas del reloj. Te busque entre la gente, en medio de las calles de aquella ciudad, intente no pensarte, pero entre el sonido de la gente y el sonido de esa ciudad solo puedo escuchar tus palabras resonar en mi mente, tus palabras, tus letras, aquellas que espero por horas, algunas veces por días, aquellas que ahora forman parte de mis días, aquellas que repito sin cesar en mi mente, solo para romper el silencio dibujado de mis días.

Repito tus palabras en mi mente solo para romper el silencio de esta noche interminable, otra noche más sin tu compañía que aunque es lejana, es cercana. Otra noche de soledad.

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