lunes, 3 de octubre de 2011

Dudas

Sin deseos de buenas nuevas y mucho menos de enhorabuenas, la distracción oculta tras las palabras no me dejo ver lo que realmente sucedía, ni yo misma sé lo que he dicho, vagaba en un mar de soledad como lo he hecho por años, sin deseos de ser fría, solo navegaba entre las palabras, buscando una respuesta, mi mente sumida entre preguntas, cautivada por su letras, a la vez sin el singular encanto de las noches, enfrascada en silencios, solo por no saber que decir, por medir cada una de mis palabras, ahora parece demasiado tarde, la mañana se acerca, con la misma pregunta acerca del sentido de los días, tan constante, tan permanente, perenne es mi soledad al igual que mi temor.

Almas sin rostro, solo trazadas, simples bocetos de lo que algún día fueron, casas disfrazadas de almas o quizá almas disfrazadas de casas, todas sentadas alrededor del lago entre las montañas que refleja el cuarto creciente de luna en la noche fría de invierno, estoy en la orilla del precipicio de palabras, en un agujero sin fondo, parece que allí es a dónde van mis palabras, no existen recetas, tampoco excusas para el comportamiento del día, solo es la nada, la inmensidad de la nada acechando el día, terminando de oscurecer los pensamientos rotos, diluidos por el tiempo en el que por un segundo me detuve a pensar en ese día, el que ahora parece lejano y que quizá oculté por las dudas de mis días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario