miércoles, 10 de agosto de 2011

Era él...

Iba de un lado a otro nuevamente, de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Primero en la sala de espera, viendo a las personas entrar y salir o quizá salir y entrar. Dos sillones, como de costumbre sentada en el que esta frente al despacho, el tiempo pasa mientras sigo observando todo el alrededor una vez más, te busco con la mirada aún sabiendo que no estas, lo veo, no eres tú. Sigo pensando en ti mientras el tiempo sigue pasando, mientras las agujas del reloj siguen marchando. Mi mirada choca con la suya, no se que decir por un momento fue tu mirada la que percibí, pero no era tu mirada, era la de él, era la de él.

La sala se hace grande, soledad en el alrededor, sonrío al ver una vez más todas las sillas vacías, me encuentro en medio de la nada, extrañándote, esperándote, pero sobre todo pensándote, letra a letra las palabras desaparecen así como segundo a segundo, momento a momento te escapas de mi vida. Vuelvo a la escena real en la que ya no me encuentro sola, en la que no todas las sillas están vacías, te sigo buscando aunque sé que no estas. Se acerca, está tan cerca que puedo sentir su respiración, imaginé que eras tú, no deseaba voltear a verlo porque sabía que no eras tú. Así se pasan los días, veo su reflejo y lo transformo en ti, te veo en él, te veo a mi alrededor, los días se vuelven eternos cuando no estas, te sepulto entre mis recuerdos entre mis pensamientos pero aún así estas presente. Y estaba junto a mí, estaba tan cerca que podía sentir su respiración, una vez más, deseé que fueras tú, deseé poder rozar tus labios - rozar tus labios-, sin embargo solo era él, solo era él.

- La noche ha llegado una vez más, aún sigo pensando en ti aún sigo deseando que hubieras sido él, solo para poder rozar tus labios, tan solo para tenerte cerca y perderme en tu mirada, tan solo para rozar tus labios, pero solo era él. -

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