viernes, 5 de agosto de 2011

Citas

Apareces nuevamente, quizá un poco más tarde de lo habitual, no importa, ya sé que tengo que esperarte. ¿Recuerdas la cita de aquel sábado?

La mañana transcurría como de costumbre mientras desayunaba en el restaurante que esta en la esquina de la Avenida Vista Nueva. No esperaba que llegaras, sin embargo apareciste, no puedo negar que no me agrado tu presencia y debo decir que me fascina tu compañía. Sonríes, te sientas en la silla que esta frente a mi, me ves, no dices nada, te veo, nuestras miradas se cruzan, se entrelazan, se pierden en el momento ¿Por cuánto tiempo?, no lo se exactamente, fue por un momento.

Todo el restaurante decorado con letreros de grupos musicales de los 80's y 90's, repaso con mi mirada cada uno de estos, veo a mi alrededor, el restaurante esta lleno de gente, unos ríen, otros charlan, otros simplemente ven de un lado a otro, así como yo lo hago, pasan los minutos y mi vista se pierde entre la vitrina que se encuentra a mi derecha. Veo un teléfono viejo, antiguo, veo los viejos discos, esos que se colocaban en los tocadiscos, sonrió, te vuelvo a ver a ti, no dices nada. Pasan los minutos, aún sigues allí, charlamos, reímos, todos han desviado en más de una ocasión su vista hacia nuestra mesa.

Hoy llegas otra vez, ya te lo había mencionado, tarde como de costumbre, te sientas, sonreímos, charlamos, reímos, hoy repaso con mi vista nuevamente el restaurante, hoy estamos en medio de la Avenida Muelle Viejo, hoy el restaurante esta vacío, veo unas cuantas personas a mi derecha y otras frente a mí, el restaurante esta decorado con letreros y pinturas de frutas, fresas, manzanas, naranjas, vuelvo a verte nuevamente, todos nos ven nuevamente. ¿Por qué nos ven? ¿No puedo charlar contigo? ¿No podemos reír? ¿No podemos simplemente pasar tiempo el uno con el otro?

Y todos nos ven nuevamente porque realmente no estas, nunca has estado, me ven a mí, solo he tenido citas con la soledad acompañada del reflejo de mis pensamientos. Citas acompañadas de tu ausencia. He estado conversando sola, riendo sola, no me dí cuenta que no eras más que una imagen que cree para tenerte cerca, para charlar contigo. Pero no importa, como te dije, me fascina tu compañía aunque realmente no estés me gusta que me visites. Nos vemos en nuestra próxima cita, te veo en el almuerzo, te espero en el restaurante de la Avenida Amaneceres.

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